SANÁ. Según informó a Efe una fuente policial, las Fuerzas de Seguridad Especiales, que respaldan al expresidente Ali Abdalá Saleh y son contrarias a Hadi, irrumpieron en el Aeropuerto Internacional de Adén y ocuparon durante unas horas todas sus instalaciones.

En el aeródromo se enfrentaron con milicianos tribales, seguidores de Hadi, quien huyó el mes pasado a Adén después de que el movimiento rebelde chií de los hutíes tomara el poder en el Yemen.

Finalmente, las fuerzas leales al mandatario recuperaron el control del aeropuerto tras bombardear posiciones de las fuerzas especiales, a las que obligaron a huir de la zona.

El ministro de Defensa, general Mahmud al Sobeihi, comandó la operación para recuperar el aeropuerto, movilizando tropas, tanques y blindados desde la sede de la cuarta zona militar, en la vecina provincia de Lahech, según explicó a Efe una fuente militar.

Los fallecidos en los choques, que se saldaron también con una decena de heridos, son tres efectivos de las fuerzas especiales y dos milicianos tribales.

Los enfrentamientos estallaron después de que los milicianos tribales tendieran una emboscada en un área próxima a las citadas tropas de élite, que perdieron en este suceso a dos de sus efectivos.

Estas fuerzas especiales están comandadas por el general Abdelhafez al Saqaf, originario del norte, que rechaza su reciente destitución por parte de Hadi, que nombró en el puesto a un oficial sureño.

Las divisiones norte-sur se remontan a la época en la que el país estaba separado en dos Estados, que se unificaron en 1990, aunque cuatro años más tarde libraron una guerra civil ganada por el norte.

El pasado 12 de marzo, al menos tres policías murieron y dos resultaron heridos en un ataque de milicianos tribales partidarios de Hadi a un cuartel de Adén, en el que estaban atrincheradas las fuerzas de Al Saqaf.

Hadi procura reorganizar las fuerzas del Ejército y la Policía en el sur del Yemen para afrontar un eventual intento por los milicianos chiíes de invadir la zona.

Yemen está sumido en un profundo conflicto político, agravado desde que Hadi se retractara el mes pasado desde Adén de su anterior dimisión y anunciara que continuaba siendo el presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los hutíes.