BOGOTÁ - El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó ayer que la liberación del general Rubén Darío Alzate y sus dos acompañantes por parte de las FARC crea un “clima propicio” para reanudar los diálogos de paz con esa guerrilla en Cuba, suspendidos desde el secuestro del grupo hace dos semanas. El jefe de Estado manifestó en un comunicado que las FARC obraron conforme a la ley al liberar ayer al general, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego en el departamento del Chocó (noroeste), donde fueron secuestrados el pasado 16 de noviembre.

Según Santos, “es evidente que esa decisión contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos, demuestra la madurez del proceso y nos permite unir nuestra voz a la de millones de colombianos que expresan su solidaridad con los liberados”.

En la madrugada del 17 de noviembre, horas después de confirmar el secuestro en el remoto caserío de Las Mercedes, Santos anunció la suspensión del ciclo de diálogos con las FARC que debía comenzar al día siguiente en La Habana y condicionó su reanudación a la liberación de los cautivos. Este domingo, tras confirmarse la liberación, el presidente colombiano afirmó que se reunirá con sus delegados en los diálogos de La Habana para definir su regreso a la capital cubana y la reanudación de los diálogos, que abordan el cuarto de cinco puntos de la agenda, centrado en las víctimas. “Me reuniré con los negociadores para discutir los términos de su regreso a La Habana. Reafirmo que la agenda del proceso de negociación con las FARC es sobre los cinco puntos acordados y esto no ha cambiado. Hemos logrado acuerdos acerca de tres de los puntos y seguiremos trabajando para lograr acuerdos en los dos restantes”, agregó el mandatario. En un comunicado divulgado en la capital cubana en el que confirmaron la liberación del general, el cabo y la abogada, las FARC pidieron “rediseñar las reglas de juego” del proceso de paz e invitaron al Gobierno colombiano a acordar un cese bilateral del fuego. Por su parte, Santos rechazó “el secuestro de cualquier ciudadano”, y dijo que negociar en medio del conflicto, como ha defendido desde que se iniciaron los diálogos hace dos años, “tiene costos que son difíciles de entender y aceptar”. En un comunicado, el presidente colombiano reconoció que le duelen “profundamente los hechos de la guerra” y lamentó y condenó “la muerte de soldados, policías, niños, hombres y mujeres”. Añadió, sin embargo, que tiene “la convicción de que negociar en medio del conflicto ha sido la mejor manera de preservar los elementos esenciales del Estado”. - Efe