londres - Nicola Sturgeon, que se hará cargo de las riendas de la política escocesa, es igual de apasionada por la independencia que Alex Salmond, quien ha sido su mentor, amigo y colega durante más de 20 años.

Nacida en la localidad de Irvine, en el sureste de Escocia, el 19 de julio de 1970, Sturgeon procede de una familia de clase media, se educó en colegios estatales y estudió Derecho en la Universidad de Glasgow.

Licenciada con honores en 1992, trabajó como abogada para una empresa en Stirling, en el centro de Escocia, después de entrar en política en 1986, con tan solo 16 años, al unirse al SNP en tiempos en que Escocia no tenía autonomía.

Muy comprometida con el desarme nuclear, la política escocesa nunca ocultó la influencia que las políticas de la ex primera ministra británica conservadora Margaret Thatcher tuvieron en su forma de pensar y hacer después política en territorio escocés. Sturgeon culpaba a la dama de hierro de la destrucción de la industria escocesa y del aumento del desempleo, por lo que decidió presentarse como candidata del SNP al Parlamento de Westminster en las elecciones generales de 1992 por la circunscripción de Glasgow Shettleston (este), aunque no consiguió la victoria. Tuvo que esperar a 1997, con la llegada del laborista Tony Blair al poder, para que su carrera diera un giro, pues el nuevo Gobierno concedió autonomía a Escocia y dio luz verde para la apertura -dos años después- del Parlamento de Holyrood en Edimburgo.

Con ambiciones para llegar a lo más alto del SNP, Sturgeon se presentó como candidata al liderazgo del partido en 2004 tras la dimisión de John Swinney, pero retiró la candidatura en cuanto Alex Salmond declaró su intención de suceder al primero. Muy cercana a él, Sturgeon optó por darle a éste todo su apoyo y quedarse como segunda al frente del partido escocés, una unión que duraría diez años. - Viviana García