MADRID. China, el principal emisor a nivel mundial de gases de efecto invernadero, se ha comprometido a rebajar sus emisiones de cara a 2030, o antes si es posible, rebajando en un 20 por ciento la tasa de combustibles no fósiles antes de ese año.

Por su parte, Obama ha anunciado que las autoridades estadounidenses tendrán como objetivo recortar en 2025 entre un 26 y un 28 por ciento sus emisiones respecto a las de 2005, en el primer compromiso de este tipo más allá del existente del 17 por ciento en 2020.

Ambos países emiten de forma conjunta cerca del 40 por ciento de las emisiones de efecto invernadero a nivel mundial, por lo que el compromiso podría relanzar las conversaciones para establecer nuevos compromisos más allá de 2020 en las reuniones previstas en París para este mismo año.

El Gobierno de Obama hace frente a múltiples críticas de la oposición republicana, que quiere usar su control del Congreso para limitar el poder de la Agencia de Protección Medioambiental, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.

Para cumplir con los nuevos compromisos alcanzados, Washington tendrá que duplicar el ritmo de reducción de la polución del 1,2 por ciento anual entre 2005 y 2020 al 2,3 ó 2,8 por ciento entre 2020 y 2025.

El anuncio de China supone la culminación de años de cambio en la actitud de la población ante las elevadas tasas de contaminación. El Gobierno ha prohibido incluso la construcción de plantas de carbón en algunas regiones ante la situación, en muchos casos insostenible.

OTROS ACUERDOS El anuncio ha llegado durante un encuentro en el que también se han alcanzado acuerdos para recortar las tarifas de los productos tecnológicos, la adopción de medidas de advertencia para reducir las posibilidades de un conflicto militar, y la facilitación de la entrega de visados.

Los negociadores chinos y estadounidenses han acordado así eliminar tarifas de un billón de dólares al año en la venta global de tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo productos como los GPS, el equipamiento médico y las videoconsolas.

El representante del Departamento de Comercio estadounidense, Michael Froman, ha dicho que el acuerdo es un "progreso" que podría mejorar el comercio bilateral y ayudar a crear puestos de trabajo.

El acuerdo irá ahora a la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde los 52 integrantes del bloque han de dar su autorización. En caso de que sea así, será el principal acuerdo de la organización desde 1996.