Estambul - Turquía no dará en ningún caso apoyo a las milicias kurdas que defienden Kobani contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) por considerarlas “terroristas”, ha declarado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El mandatario comparó el Partido Unión y Democracia (PYD), que coordina las milicias de Kobani, con el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), con el que mantiene estrechas relaciones y al que ya hace semanas, Erdogan tildó de “tan terrorista como el EI”. “¿Dar armas al PYD para formar un frente contra el EI? Veamos: para nosotros, el PYD es igual que el PKK, también es una organización terrorista”, aclaró Erdogan a la agencia semipública Anadolu en el vuelo en el que retornaba esta madrugada de Afganistán.

“Estados Unidos, que es nuestro amigo y aliado en la OTAN, estaría muy equivocado si esperase de nosotros decir ‘sí’ tras anunciar abiertamente un apoyo a una organización terrorista. Nadie puede esperar algo así de nosotros; no podemos decir sí a algo así”, reiteró Erdogan.

A diferencia del PKK, el PYD, el partido más fuerte en las regiones kurdas de Siria y el único que mantiene milicias armadas (conocidas como YPG), no ha sido declarado terrorista ni por Turquía ni por otros países, y su líder, Salih Muslim, viajó este mes a Ankara para entrevistarse con las autoridades turcas.

Erdogan volvió a negar que ya hubiera un acuerdo con Estados Unidos para utilizar la base aérea de Incirlik, en el sur de Turquía, en la lucha contra el EI y señaló que todavía no sabía siquiera qué pedía Washington exactamente.

Reiteró que Turquía tiene 4 condiciones para participar en la coalición antiyhadista: establecer una zona de exclusión aérea (que diera impunidad a una invasión turca de territorio sirio) y una franja de seguridad, entrenar y equipar a la oposición siria y finalmente garantizar que se intervenga contra el régimen sirio.

“Mientras no se cumpla esto, nosotros no podemos estar”, remachó. Aclaró que con “franja de seguridad” no se refería a una región ocupada por tropas turcas sino a una zona cercana a la frontera sirio-turca a la que pudieran regresar los refugiados sirios actualmente residentes en Turquía, que ya superan un millón largo.

Erdogan señaló que las negociaciones con Washington continuaban sin haber aún un resultado claro, pero reiteró que no sentía necesidad de intervenir para salvar la ciudad de Kobani, sitiada por el Estado Islámico desde hace un mes y donde los combates entre kurdos y yihadistas se desarrollan ya a pocos metros de la frontera turca.

“No hemos cerrado la puerta a los que huyen de Kobani; les hemos abierto la puerta y ahora hay 200.000 en Turquía. ¿Qué más pudo hacer el Gobierno? Ha hecho lo que hizo falta”, opinó Erdogan.

Continúa la lucha en Kobani El enclave kurdo de Kobani, en el extremo norte de Siria, volvió a ser escenario la pasada noche de duros enfrentamientos entre muyahidines del grupo Estado Islámico (EI) y milicianos kurdos, en los que habrían muerto al menos 38 personas, informó ayer la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según el Observatorio, los combates entre la Unidades de Protección del Pueblo Kurdo y combatientes del EI estallaron la tarde del sábado en varios frentes tras un atentado con dos coches bomba perpetrado por el grupo radical, y continuaron hasta la madrugada de ayer. Las unidades kurdas lograron avanzar en el barrio de Kani Arban, donde se hicieron con el control de dos puestos levantados por hombres del Estado Islámico que, a su vez, hicieron retroceder a los combatientes kurdos en el barrio administrativo de la ciudad.

El OSDH también informó de que aviones de la alianza internacional comandada por Estado Unidos lanzaron al menos tres ataques aéreos a media noche contra concentraciones de muyahidines, y otros tres de madrugada.

Según la ONG, quince combatientes del Estado Islámico perdieron la vida en estos bombardeos de la alianza, registrados tanto en la ciudad como en sus alrededores.

Otros dieciséis muyahidines murieron en los combates con las fuerzas kurdas en las calles de Kobani, incluidos los dos conductores suicidas que perpetraron los atentados. Asimismo, el Observatorio indicó que había confirmado la muerte de siete miembros de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, y agregó que hay informaciones sobre más bajas en sus filas, cuyo número no preciso.

Incesante fuego de mortero Paralelamente a los choques, los morteros del Estado Islámico continuaron golpeando la ciudad y según el Observatorio, al menos 44 obuses impactaron en distintas zonas en las últimas 24 horas, especialmente en zonas próximas al puesto fronterizo entre Kobani y Turquía.

Kobani, situada en el norte de la provincia de Alepo, es junto a Afrín, también en Alepo, y Al Yazira, en la región nororiental de Al Hasaka, uno de los tres principales enclaves kurdos del país. El EI lanzó el pasado 16 de septiembre una ofensiva para hacerse con el control de la ciudad. En los últimos cuatro días, la situación apenas ha cambiado sobre el terreno, donde los yihadistas mantienen el control de un tercio de la localidad, según varias fuentes locales.

Cientos de combatientes yihadistas organizaron ayer un desfile militar en la calles de la ciudad iraquí de Mosul, que controlan desde el pasado junio, portando armas ligeras y medianas, informó el responsable local Ahmed al Harizi.

Durante dos horas, muyahidines de las conocidas como fuerzas de élite desfilaron a pie y montados en motocicletas y vehículos blindados con “armamento moderno”, según Al Harizi. Los participantes en la parada militar pertenecen a las brigadas Al Sarem al Bitar, al Ejército del Califato y al Ejército de Nínive -provincia con capital en Mosul-.- Efe