SAO PAULO. "Tuve una ligera caída de presión, pero estoy muy bien. Quiero agradecerle a todos la preocupación", aseguró la jefe de Estado en un mensaje en su cuenta en Twitter y después de que las imágenes del malestar se propagara por las redes sociales.
La mandataria tuvo que pedir permiso para sentarse en el momento en que concedía una entrevista al salir del debate televisivo, en el que intercambió duros ataques con el líder opositor, con quien está técnicamente empatada en los sondeos de intención de voto para la segunda vuelta del 26 de octubre.
La jefe de Estado, que llegó a decir palabras sin sentido y tuvo dificultades para concluir su raciocinio en la entrevista en la que se sintió mal, aceptó proseguir después de descansar sentada por unos tres minutos y beber un baso de agua.
La propia mandataria admitió en el momento que lo estaba pasando mal y con la tensión baja.
Rousseff, de 66 años, fue operada en 2009 de un cáncer linfático y consiguió superar la enfermedad mediante un tratamiento de quimioterapia.
Durante la intensa campaña para las elecciones presidenciales tan solo se ha quejado de la pérdida de voz en algunas ocasiones.
El malestar se produjo tras un duro debate en el que ambos candidatos cruzaron duras críticas y acusaciones, que incluyeron alusiones a la vida personal y la de sus familiares.
Los dos candidatos protagonizarán otros dos debates, el último de los cuales en el canal Globo, el de mayor audiencia del país, el 24 de octubre, dos días antes de las elecciones.
Según los analistas, los debates serán decisivos entre los electores indecisos en una campaña totalmente imprevisible, en la que ambos candidatos, según los últimos sondeos, están técnicamente empatados, con una ligera ventaja de Neves (51%) sobre Rousseff (49 %).
En la primera vuelta, la mandataria fue la vencedora, con el 41,59% de los votos, frente al 33,55% obtenido por su rival.