PEKÍN - El Gobierno de China protestó ayer enérgicamente por la decisión de EEUU de presentar cargos contra cinco militares chinos por presunto espionaje y anunció en represalia la suspensión del diálogo Pekín-Washington en materia de seguridad cibernética.
"Dada la falta de sinceridad de EEUU en resolver asuntos relacionados con la ciberseguridad a través del diálogo y la cooperación, China ha decidido suspender las actividades del Grupo de Trabajo Cibernético Chino-Estadounidense", anunció el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang.
La fuente oficial aseguró que los cargos contra los militares chinos, acusados por el Departamento de Justicia de EEUU de espionaje industrial a gran escala, están basados en falsedades y violan gravemente las normas básicas que gobiernan las relaciones internacionales. La decisión tomada por la Justicia estadounidense, añadió el portavoz, "pone en peligro la cooperación entre China y Estados Unidos, así como la confianza mutua".
El Gobierno chino, informó, presentó una protesta formal al estadounidense, en la que le urge a corregir su error y retirar los cargos. Según el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, el espionaje chino buscaba dar ventajas competitivas a empresas estatales chinas con la ayuda de una unidad militar de piratas informáticos con sede en Shanghái (este del país asiático). Entre las empresas afectadas por el presunto espionaje electrónico industrial están United States Steel, Alcoa, Westinghouse Electric, SolarWorld, Alleghny Tecnologies y el United Steel Workers, el mayor sindicato de empleados de la industria del acero.
El Ministerio de Exteriores chino mantuvo que el Gobierno de China, el Ejército y su personal nunca se han involucrado ni han participado en robos cibernéticos de secretos comerciales, por lo que las acusaciones carecen de todo fundamento y son absurdas.
Al mismo tiempo, denunció que China es víctima de graves robos cibernéticos estadounidenses, así como de actividades de vigilancia y escuchas, que afectaron a instituciones oficiales, empresas, universidades e individuos del gigante asiático.
Las primeras acusaciones de ciberespionaje industrial a gran escala presuntamente realizado por el Ejército chino surgieron en febrero de 2013, cuando un informe de la empresa Mandiant adelantado por el diario The New York Times aseguraba los piratas informáticos contaba con apoyo de China. - Efe