montreal - Los colegios electorales de la región francófona canadiense de Quebec abrieron ayer sus puertas para los comicios en los que se elegían los 125 diputados de su parlamento, la Asamblea Nacional. La Dirección General de Elecciones de Quebec informó de que los 21.618 colegios abrieron a las 9.30 hora local (13.30 GMT) y redujo a 5 millones de personas el número de las que tenían derecho a votar en estas elecciones.

Las urnas permanecieron abiertas hasta las 20.00 hora local (00.00 GMT del martes). Las elecciones de Quebec son seguidas con gran atención tanto en Canadá como internacionalmente por la posibilidad de que una victoria por mayoría absoluta del gobernante Partido Quebequés, el de la primera ministra Pauline Marois, abra la puerta a un nuevo referendo independentista.

Quebec ya celebró referendos soberanistas en 1980 y 1995. En ese último, los partidarios de la soberanía se quedaron a las puertas de lograr la victoria al conseguir el 49,42 % de los votos emitidos, pese a que las encuestas les daban una holgada ventaja.

Aunque Marois convocó elecciones anticipadas sólo 18 meses después de ganar las anteriores elecciones provinciales para intentar conseguir la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, las últimas encuestas señalan en cambio que los federalistas del Partido Liberal de Quebec (PLQ) pueden alzarse con la victoria.

El trasvase de votos del PQ al tercer partido en la contienda, el nacionalista conservador Coalition Avenir Québec (CAQ), puede ser un factor determinante para permitir que el PLQ se haga con la victoria.

encuestas Las últimas encuestas dadas a conocer este pasado sábado señalaban que el PQ se encamina a una derrota electoral a manos de los federalistas, liderados por Philippe Couillard. Impulsado por las encuestas, el líder del PLQ se lanzó a una gira de última hora por toda la región en una pequeña avioneta para intentar cimentar la victoria liberal que anticipaban las encuestas.

Durante uno de los mítines en la península de Gaspé, en el extremo oriental de Quebec, Couillard repitió su aviso de que una victoria del PQ supondrá un nuevo referendo soberanista, el tercero en la historia de la provincia, y penurias económicas para Quebec. Couillard dijo que nunca un referendo "ha creado un solo empleo" sino todo lo contrario. Y es que la crisis y los recortes son uno de los factores fundamentales sobre los que giraban las elecciones de ayer. Pauline Marois ha tenido que enfrentar una serie de protestas que han ido minando lo que en principio se suponía iba a ser una clara victoria.

El referéndum independentista esgrimido constantemente como baza electoral, dejando en un segundo plano la situación económica ha dañado seriamente las aspiraciones del Partido Quebequés, un error que ha sido reconocido por la propia Marois cuando veía que las encuestas le daban la espalda. Una perdida de las elecciones por parte de los nacionalistas de Quebec abriría un nuevo paréntesis a las aspiraciones nacionales de la región francófona que aspira a repetir de nuevo referéndum por la independencia en una sociedad que ya tiene más asumido que la separación no supone caer al abismo. La población, a diferencia de los anteriores, ya se ha acostumbrado a vivir con esa posibilidad a la que tarde o temprano tendrá que volver a enfrentarse.

Al final, Pauline Marois, buscando la mayoría absoluta ha hecho caminar a su partido por el filo de la navaja. - Efe/DNA