SANTIAGO. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decretó hoy zona de catástrofe en las regiones de Arica, Parinacota y Tarapacá, en el norte del país, que en la noche del martes se vieron afectadas por un terremoto de magnitud 8,2 Richter que causó cinco muertos y considerables daños materiales.

Bachelet, quien viajará hoy a la zona para conocer sobre el terreno la dimensión de la catástrofe y supervisar las medidas adoptadas, firmó un decreto de estado de excepción constitucional que, entre otras medidas, supone que las fuerzas de seguridad y de orden quedan bajo control de mandos militares.

A diferencia de lo ocurrido en el terremoto de hace cuatro años, esta vez la mandataria tomo inmediatamente la decisión de recurrir a las Fuerzas Armadas para resguardar el orden público y evitar saqueos.

Según la ley chilena, el estado de catástrofe lo adopta el jefe del Estado ante situaciones de calamidad pública, toda vez que contempla la posibilidad de limitar ciertas garantías constitucionales, como el derecho de reunión o de libre tránsito, y la confiscación de bienes.

En febrero de 2010, la oposición de derechas criticó a Bachelet por firmar el decreto dos días después del la catástrofe, cuando ya se habían producido graves desmanes. Esta vez, la medida fue adoptada cinco horas después del terremoto.

En una comparecencia pública desde el palacio de la Moneda, sede del Gobierno, Bachelet subrayó que la evacuación de toda la costa ordenada por las autoridades ante el tsunami se produjo de manera ordenada.

Asimismo, anunció que el viceministro del Interior, Mahmud Aleuy, se trasladó al norte del país para coordinar las labores de ayuda acompañado de dos generales de la Fuerza Aérea que asumirán el mando del orden público en la zona "para evitar situaciones de saqueo y desorden".

En tanto, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, permanecerá toda la noche en la Oficina Nacional de Emergencia hasta que desaparezca el peligro del tsunami y se levante la orden de evacuación de todo el litoral.

Las clases han sido suspendidas en todos los centros educativos del norte del país, informó Bachelet, quien precisó que "el balance total de los daños se podrá conocer a cabalidad con el paso de las horas y también cuando se pueda recorrer con luz de día las zonas afectadas".

Bachelet agradeció públicamente las llamadas de los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y de Argentina, Cristina Fernández, así como del embajador de Brasil "para ofrecer toda la ayuda que fuese necesaria".

"El país ha podido enfrentar de buena manera estas primeras horas de la emergencia", subrayó la mandataria, quien hizo un llamamiento a las personas que viven en las regiones afectadas "a mantener la calma y seguir las instrucciones de la autoridad".

"Se han tomado las medidas necesarias para proteger las vidas y los bienes de las personas. El Gobierno va a seguir trabajando para afrontar esta emergencia y proteger a nuestros conciudadanos", aseguró Bachelet, quien suspendió las actividades oficiales previstas para el miércoles.

"Hoy viajaré a las zonas afectadas con un grupo de ministros para ver cómo podemos ayudar a esas regiones", concluyó.