bangkok. Los manifestantes antigubernamentales en Tailandia continuaron ayer el bloqueo de diversas avenidas de Bangkok, en el segundo día de una protesta que pretende forzar la dimisión del Gobierno y suspender las elecciones del 2 de febrero. Tras rechazar la oferta de diálogo que hizo el lunes la primera ministra, Yingluck Shinawatra, los manifestantes intentaron aumentar la presión sobre el Gobierno organizando varias marchas a edificios oficiales que asediaron durante varias horas.
Las sedes del Ministerio de Comercio y el Comité de Desarrollo Social y Económico fueron dos de los lugares cercados por los manifestantes antigubernamentales, que obligaron a los funcionarios a abandonar sus puestos de trabajo.
Otros grupos cercaron las oficinas del Departamento de Aduanas, de la sede de la Policía Nacional y de la Bolsa de Bangkok, que cerró los accesos al edificio a pesar de que el índice SET continuó las transacciones con normalidad. Mientras, el grueso de los manifestantes seguía en las siete intersecciones de la capital que desde el domingo están cortadas al tráfico, y en las que se han levantado campamentos con tiendas, carpas, hospitales de campaña, pantallas gigantes y escenarios.
Varios miles seguían por la mañana en estos puntos, donde continuaba el programa de discursos de opositores. Uno de ellos fue el del líder de la movilización, Suthep Thaugsuban, que anunció su intención de intensificar las protestas en los próximos días con asedios a más edificios oficiales y a las residencias de miembros del Gobierno si estos se niegan a dimitir.