parís. El polémico cómico francés Dieudonné, a quien su Gobierno quiere apear de los escenarios por sus reiteradas bromas antisemitas, no pudo iniciar ayer su nueva gira en la ciudad de Nantes tras el fallo definitivo del Consejo de Estado francés, la máxima instancia administrativa del país. El caso ha reabierto las tensiones raciales en un país donde más de 8 millones de personas pertenecen a las minorías árabe o africana.
El Consejo, al que había recurrido de urgencia el ministro del Interior, Manuel Valls, invalidó así la sentencia emitida horas antes por el Tribunal Administrativo de Nantes, en el oeste de Francia, que sí autorizaba el espectáculo del cómico.
En su decisión, el Consejo consideró que el tribunal de primera instancia incurrió en un "error manifiesto de apreciación" al considerar que el espectáculo del humorista, condenado siete veces en firme por injurias racistas, no presenta un problema de orden público.
Valls había ordenado a inicios de semana a los delegados del gobierno de Francia que impidieran en sus jurisdicciones las actuaciones de Dieudonné, que debía iniciar ayer una gira por 22 ciudades con su espectáculo Le Mur, estrenado en París. Apoyado por el primer ministro y por el jefe del Estado, el titular de Interior inició hace un mes su ofensiva contra el popular humorista, después de que Dieudonné bromease sobre dos periodistas judíos y las cámaras de gas.
Valls sostiene que la necesidad de evitar sus ataques a la "dignidad de las personas" debe prevalecer sobre el derecho a la libertad de expresión y considera que los insultos antisemitas deben considerarse como causa de alteración del orden público.
El ministro más popular del Gobierno ha insistido en varias ocasiones en que Dieudonné no es un artista, sino un agitador político que vierte un mensaje de odio y racismo sobre la sociedad francesa.
Dieudonné -nacido hace 47 años a las afueras de París e hijo de un contable camerunés y de una socióloga francesa- pidió calma a través de su página de Facebook. "Buscan el enfrentamiento físico así que volved a vuestras casas cantando La Marsellesa (himno nacional de Francia)", escribió Dieudonné. Por su parte, Valls celebró la decisión final como una victoria de la República y del Estado de derecho, aunque evitó atribuirse el que muchos consideran un triunfo personal del ministro.
"No se puede tolerar el odio hacia los otros, el racismo, el antisemitismo, el negacionismo. No es posible, eso no es Francia", declaró a la prensa el titular de Interior. En cambio, el abogado del cómico calificó de "inadmisible" la prohibición judicial.
El 52% de los franceses se manifiesta favorable a la prohibición de los espectáculos del cómico, aunque el 64% cree que no es una medida eficaz para luchar contra el antisemitismo, según un sondeo elaborado el 7 y 8 de enero por Internet por el instituto sociológico CSA para la web conservadora Atlantico.