¿Qué valoración hace de la primera semana de esta cumbre?

Japón y Australia han bajado aún más sus compromisos respecto a lo acordado en Copenhague y que establecía en primer lugar los pasos que había que dar para la reducción de las emisiones para el año 2015. Pues bien ambos países han anunciado que van a bajar sus metas respecto a lo acordado hace un año. Y eso que los científicos han dejado claro que los acuerdos adoptados en 2012 no son suficientes para frenar el cambio climático. Está también la necesidad de una aportación de dinero a corto plazo para paliar los efectos de estos desastres. Y aquí Australia se muestra muy negativo.

Yeb Sano, el jefe de la delegación de Filipinas, dijo en Varsovia que la devastadora fuerza de 'Haiyan' se debió al cambio climático. ¿Cambia esto algo en la cumbre?

Teniendo la certeza de que el 95% del cambio climático es por la acción humana y que lo ocurrido en Filipinas es por su culpa, no actuar sería ser cómplice de la muerte de millones de personas y daños enormes.

Sano hizo un emotivo discurso en la inauguración de la cumbre. ¿Ha cambiado la percepción de los países tras esta tragedia?

El discurso fue muy emotivo con delegados con lágrimas en los ojos pero da la sensación de que cuando ya ha pasado se mira hacia otro lado. En este sentido es obsceno lo que está pasando con Japón y Australia. Queda la esperanza de que todavía no han llegado los ministros y ahora se está discutiendo.

Haití, Filipinas y Pakistán fueron en 2012 los países más afectados por fenómenos meteorológicos. ¿Hasta cuándo podrán aguantar?

Hay dos aspectos. Por un lado están los temas de financiación sostenida para que estos países puedan adaptarse a los cambios climáticos y para ello hay una financiación hasta el año 2020. Pero, por otro lado, son países muy pobres que no pueden soportar las enormes pérdidas de este tipo de catástrofes por lo que necesitan un mecanismo de financiación al que acudir y eso es algo que se debe hacer de forma urgente pero que todavía no se ha conseguido.