EL CAIRO. Un juez egipcio ordenó ayer la detención preventiva por cuatro días contra el depuesto presidente Mohamed Mursi, acusado de haber insultado al poder judicial. El magistrado Zaruat Hamad, que investiga las acusaciones vertidas contra Mursi en ese caso, dio órdenes de detenerlo de forma preventiva tras intentar interrogar al depuesto mandatario sobre sus supuestos ataques a los jueces. Mursi permanece retenido desde que el Ejército lo depuso el pasado 3 de julio tras las masivas manifestaciones que pedían elecciones anticipadas. Según la agencia, el islamista se negó a declarar sobre los supuestos insultos que profirió contra varios jueces, a quienes acusó en un discurso público en junio pasado de participar en el fraude de comicios parlamentarios durante el régimen de Hosni Mubarak (1981-2011). El juez también está investigando si Mursi influyó en el trabajo de la Fiscalía durante su mandato en el juicio contra el excandidato presidencial Ahmed Shafiq por corrupción. La Justicia ya ha emitido varias medidas cautelares contra Mursi, que también afronta acusaciones de supuestos vínculos con el grupo palestino Hamás, del asesinato de presos y policías, del secuestro de responsables de seguridad, del asalto a la cárcel de Wadi Natrun y de atacar instalaciones de las fuerzas del orden.
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