El Cairo. Choques entre partidarios y detractores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi estallaron ayer en el centro de El Cairo durante las marchas de los islamistas, y dejaron varios heridos, aseguró una fuente de los servicios de seguridad. Los islamistas marchaban en dirección al edificio de la radiotelevisión egipcia y al distrito de Ramsés por el puente del 15 de Mayo, cuando algunos vecinos de los edificios cercanos les arrojaron piedras. Los manifestantes, seguidores de los Hermanos Musulmanes, grupo al que perteneció Mursi hasta que accedió a la Presidencia, avanzaban hacia el centro procedentes de la zona de Giza rodeados de personas que les increpaban, algunas de ellas armadas con palos, según pudo constatar Efe momentos antes de los choques. La televisión estatal mostró imágenes de desconocidos disparando con armas de fuego desde el puente 15 de Mayo.
Por su parte, las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos contra los contendientes a la altura del edificio de la radiotelevisión. Los manifestantes islamistas incendiaron neumáticos en el puente 15 de Mayo y en el barrio de Ramsés, donde los enfrentamientos fueron a pedradas.
La tensión era muy alta en la capital, donde los simpatizantes de la Hermandad llevaron a cabo protestas en una jornada que han bautizado como viernes de la ira, pese a que el Ejército se había desplegado ampliamente por la ciudad para evitar sus movilizaciones.
La mayor concentración tuvo lugar en Ramsés, en torno a la mezquita de Fath y en el puente 6 de Octubre, a su paso por este distrito.
En ese área, varias personas resultaron heridas por disparos de arma de fuego mientras los islamistas intentaban irrumpir en la comisaría de Ezbeqiya, una de las principales de la capital, lo que impidieron los agentes, dijo la fuente de seguridad.
La estudiante Mona Suleimán, de 19 años, que participaba en la concentración, aseguró que no temen nada. "Alá está con nosotros. ¿Cómo es posible que quemen viva a la gente?", se preguntó Suleimán, que estuvo acampada en la plaza de Rabea al Adauiya, desmantelada hace dos días por la policía, a la que los islamistas acusan de haber quemado vivas a algunas de las personas que estaban allí dentro de sus tiendas de campaña.
La agencia de noticias estatal Mena informó de que también se están registrando enfrentamientos en la calle Tahrir, en el barrio de Doki, en los alrededores de la mezquita de Asad bin Al Forat. Esos disturbios se iniciaron cuando los islamistas intentaron salir del interior del templo e iniciar una manifestación, y los oponentes a Mursi se lo impidieron.