LOS ANGELES. La acusada, identificada como Meshael Alayban, trasladó a la mujer keniana a Estados Unidos y le pagó 220 dólares (alrededor de 168 euros) de forma mensual mientras retenía su pasaporte y la mantenía confinada en un complejo de apartamentos en Irvine, California, donde reside.

La mujer retenida, cuyo nombre no ha sido facilitado, tuvo que trabajar lavando platos, cocinando, limpiando y haciendo la colada en jornadas de 16 horas sin contar con días libres. Las autoridades han indicado que en la residencia fueron localizadas cuatro mujeres filipinas que podrían estar en la misma situación.

Alayban ha sido arrestada durante la jornada apenas un día después de que la mujer keniana escapara y comunicara su situación a un conductor de autobús.

"La legislación de nuestra nación no tolera a la gente que priva o viola la libertad de otra persona y obtiene servicios y trabajos forzados de ella", ha dicho el fiscal del distrito de Orange County Tony Rackauckas.

La Fiscalía ha indicado que la mujer comenzó a trabajar para Alayban tras firmar un contrato de dos años con una empresa de trabajo que le prometió el pago de 1.600 dólares (unos 1.220 euros) al mes y una jornada de cuarenta horas semanales divididas en cinco días de trabajo.

Por su parte, el abogado de la princesa saudí, Paul Meyer, ha indicado que "las denuncias se ciñen al número de horas trabajadas y al salario pagado". "Pretendemos investigar a fondo este asunto y esperamos que la verdad lo solucione", ha agregado.

La Fiscalía ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que Alayban se fugue del país en caso de ser liberada bajo fianza, por lo que el juez ha ordenado que porte un sistema GPS y que permanezca en Orange County en caso de que se le conceda la libertad. Alayban podría ser condenada a una pena de hasta doce años de cárcel.