Seúl. Corea del Sur detuvo ayer la operación de dos reactores nucleares y suspendió el reinicio de actividades de otros dos tras conocer que en su fabricación se utilizaron piezas no homologadas, informó la Comisión de Seguridad Nuclear del país. Este organismo comunicó que ha detenido los reactores Shin Kori 2 y Shin Wolsong 1, al sureste del país, después de encontrar certificados de calidad falsos en algunas de sus piezas secundarias, un problema que ya originó una fuerte polémica a finales del año pasado.
En noviembre de 2012, el Gobierno surcoreano reveló que varios proveedores suministraron durante años componentes no homologados para reactores nucleares tras falsificar los correspondientes certificados de calidad.
Aunque remarcó que ello no planteaba un problema para la seguridad de las plantas atómicas, en aquel momento suspendió las actividades de dos reactores durante alrededor de dos meses, hasta que las piezas correspondientes pudieron ser sustituidas por otras adecuadamente homologadas.
La Comisión de Seguridad Nuclear también aplazó ayer la prevista reanudación de los reactores Shin Kori 1, que habían sido detenido por motivos de mantenimiento, y Shin Wolsong 2, que se encuentra actualmente en período de revisión previa al inicio de sus operaciones comerciales.
El organismo también aseguró en este caso que los reactores comenzarán a funcionar cuando se hayan reemplazado los componentes no homologados por otros con las garantías adecuadas.
problemas de suministro Aunque la presencia de las piezas con homologaciones falsas utilizados en los reactores nucleares no representa una amenaza inmediata para la seguridad de la central, el cierre de los mismos sí podría generar en el país un problema de suministro de electricidad.
Corea del Sur actualmente cuenta con 23 reactores que suministran alrededor del 30 por ciento de su consumo total de electricidad, con lo que el cierre de dos de ellos, sumado al aplazamiento de la reanudación de otros dos, amenaza con reducir significativamente las reservas de energía del país.
A estos problemas se le añade el del almacenaje de residuos, cada vez mayor y que según se calcula alcanza ya las 15.000 barras de combustible provenientes de sus centrales nucleares.