ROMA. Concretamente, el Papa Francisco despegará a las 12,00 horas de este sábado 23 de marzo en helicóptero desde el helipuerto vaticano y 15 minutos después aterrizará en Castel Gandolfo, residencia provisional de Benedicto XVI hasta que regrese al Vaticano, al monasterio Mater Ecclesiae. En el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, ambos mantendrán un encuentro y almorzarán juntos, según la agenda del Papa Francisco para los próximos días publicada por la Oficina de Prensa del Vaticano.
Entre los asuntos que el Papa emérito dejó a su sucesor al renunciar el pasado 28 de febrero y que, por tanto, podrían abordar en su encuentro, destaca el informe Vatileaks, redactado por la Comisión Cardenalicia instituida por Benedicto XVI y encabezada por el español Julián Herranz.
El Papa emérito se reunió días antes de que se hiciera efectiva su renuncia con los cardenales encargados de este informe, fruto de una investigación paralela al proceso judicial, que acabó con la condena del exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, al que después Ratzinger decidió perdonar. En esa reunión, Benedicto XVI decidió que el informe quedara reservado al nuevo Papa.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi indicaba el pasado lunes que el Papa Francisco ya tiene a su disposición el informe 'Vatileaks' sobre la filtración de documentos secretos del Vaticano, por lo que es previsible que el Papa Francisco y el Papa emérito hablen sobre este asunto durante su encuentro.
Tampoco queda cerrado y, por tanto, deberá seguir siendo afrontado por el Papa Francisco, el problema de los abusos sexuales dentro de la Iglesia. Son conocidos los esfuerzos que Benedicto XVI hizo por sacar estos casos a la luz, sus encuentros con las víctimas, sus reiteradas peticiones de perdón --hizo público "en nombre de la Iglesia" la "vergüenza y el arrepentimiento" de toda la comunidad eclesiástica-- y el establecimiento de instrucciones para todas las Conferencias Episcopales con el fin de que estos casos no se repitan.
Asimismo, otro tema que les une es la reforma del sistema de finanzas del Vaticano para adaptarse a las normas de transparencia internacional, asunto en el que Benedicto XVI dio un paso adelante antes de que se hiciera efectiva su renuncia, nombrando a Ernst von Freyberg como nuevo presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco Vaticano.
Además, en 2013, Benedicto XVI se enfrentaba a un año marcado por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro (Brasil), que tendrá lugar del 23 al 28 de julio bajo el lema 'Id y haced discípulos a todos los pueblos' y a la que el Papa Francisco ya ha confirmado su asistencia. Así se lo comunicó el nuevo Pontífice a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el pasado miércoles durante una audiencia privada de media hora, según informó la Agencia Brâsil.
Joseph Ratzinger renunció en medio del Año de la Fe que él mismo inauguró el pasado 11 de octubre de 2012 con una celebración solemne en el Vaticano para recordar el Concilio Vaticano II. Así, el Papa Francisco deberá continuar renovando el impulso a la misión de la Iglesia --objetivo del Año de la Fe-- hasta el próximo 24 de noviembre de 2012, cuando concluye.
UN PREFECTO DEL VATICANO Y UN PASTOR DE BUENOS AIRES
Así, este sábado se encontrarán dos hombres separados por solo diez años de edad, dos cardenales que quedaron cercanos en votos en los escrutinios del Cónclave en el que fue elegido Joseph Ratzinger, según se reveló después, y dos Papas, uno actual y otro emérito. Además, en el momento de sus respectivas elecciones, ninguno de los dos se esperaba ser designado por los cardenales electores, un hecho que reveló en su día el hermano de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, y que ahora ha comentado la hermana del nuevo Pontífice.
No obstante, también se observan diferencias entre ambos, como el hecho de que Benedicto XVI pasó a ocupar la sede petrina desde su puesto de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, por lo que se le conocía como el "guardián de la fe", mientras que Francisco lo hace desde su cargo como arzobispo de Buenos Aires, en una diócesis donde siempre ha trabajado a pie de calle.
Además, mientras el Papa emérito es europeo, nacido en Marktl am Inn, Alemania, Francisco es hispanoamericano, originario del barrio de Flores, Buenos Aires, donde nació el 17 de diciembre de 1936, aunque tiene raíces italianas.
Asimismo, frente al perfil de intelectual de Benedicto XVI, que destacó por sus estudios de filosofía y teología en la Escuela superior de Frisinga, por su doctorado en teología por la Universidad de Munich y por ser catedrático y después vicerrector de la Universidad de Ratisbona, las primeras impresiones sobre el Papa Francisco, apuntan más al perfil de un pastor cercano al pueblo y a los más necesitados.
En cuanto al idioma que utilizarán Su Santidad Benedicto XVI y el Papa Francisco para intercambiar impresiones en Castel Gandolfo, teniendo en cuenta los idiomas que conoce cada uno, la conversación podría desarrollarse en italiano, idioma utilizado hasta ahora por el nuevo Pontífice en los actos públicos, pero también en alemán, francés, inglés o incluso en español, lengua materna del nuevo Pontífice que Ratzinger también conoce.