BUENOS AIRES. El entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio, actual Papa Francisco, declaró en noviembre de 2010 ante un tribunal, en calidad de testigo, que se había reunido en dos ocasiones con el exdictador Jorge Videla para interferir por los dos sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, detenidos por el Ejército y posteriormente liberados.
El diario bonaerense 'Clarín' ha difundido este lunes en exclusiva un vídeo (de casi cuatro horas de duración) de la comparecencia de Bergoglio durante el juicio oral, que tuvo lugar el 8 de noviembre de 2010 en un tribunal federal de la capital y en el que se juzgaban crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). El tribunal condenó finalmente a los represores procesados.
En su declaración, en presencia de fiscales, querellantes y defensores, Bergoglio aseguró que se había reunido en dos oportunidades con Jorge Videla y con el antiguo jefe de la Marina y 'número dos' de la dictadura, Emilio Massera, para interceder por los dos sacerdotes jesuitas, quienes fueron liberados después de cinco meses de torturas en la ESMA.
En el fragmento del vídeo difundido por 'Clarín', el actual Papa Francisco declaró que había recomendado a Yorio y Jalics, antes de su secuestro, que tomaran precauciones a causa de las críticas que "algunos sectores" habían hecho contra los sacerdotes que hacían trabajos pastorales en las barriadas populares.
NEGACION DEL VATICANO
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, negó formalmente el pasado viernes las acusaciones realizadas por un medio de comunicación de Argentina contra el Papa Francisco, según las cuales el cardenal no había protegido suficientemente a los dos sacerdotes jesuitas.
"La Justicia argentina lo ha interrogado una vez pero solo como conocedor de los hechos. No se le imputaba nada y ha negado con pruebas todas las acusaciones", recordó el portavoz. Por el contrario, añadió, es conocido "lo que Bergoglio hizo por proteger a muchas personas en la dictadura argentina" y por "promover la petición de perdón por parte de la Iglesia argentina por no haber hecho lo suficiente durante la dictadura".