Roma. El tribunal de Milán condenó ayer a un año de cárcel al exprimer ministro Silvio Berlusconi en el marco del llamado caso Unipol, en el que está imputado en relación con la publicación en un periódico de su propiedad de una conversación telefónica interceptada que era secreto de sumario. Su hermano, Paolo Berlusconi, también procesado en este caso, ha sido condenado a dos años y tres meses de cárcel, pues se le imputó además el delito de receptación.
La Fiscalía había solicitado una condena de un año de prisión para Berlusconi y de tres años y tres meses para su hermano Paolo.
Los hechos se remontan a finales de 2005 cuando el diario Il Giornale, propiedad de la familia Berlusconi, publicó la grabación de una conversación entre el entonces líder del centro-izquierda, Piero Fassino, y el presidente de la aseguradora Unipol, Giovanni Consorte, sobre un supuesto plan de ambos de hacerse con Banca Nazionale del Lavoro (BNL). Con su publicación, según los fiscales, se pretendía perjudicar a Fassino, entonces el principal adversario político de Berlusconi. La conversación todavía no había sido incluida en las actas de la Fiscalía cuando fue publicada en Il Giornale, ya que estaba aún en manos de la Policía y de la empresa Research Control System (RSC), que se encargaba de realizar las escuchas.
El entonces primer ministro escuchó la grabación de dicha conversación telefónica, que era objeto de secreto de sumario, en un encuentro en el que también estuvo presente su hermano Paolo y, según los fiscales, el director de RSC, Roberto Raffaelli, ofreció la grabación a los hermanos como "regalo" de cara a las elecciones de 2006. Los jueces de la sala cuarta penal del Tribunal de Milán han condenado a Silvio y Paolo Berlusconi al pago de una compensación de 80.000 euros a Fassino, así como el pago al exdirigente de Demócratas de Izquierda de 10.000 euros de costas legales. Il Cavaliere estaba imputado por concurso en revelación de secreto profesional.
Sin embargo, no irán a la cárcel ya que es necesario que las penas sean superiores a los dos años de reclusión, y que sean penas definitivas, pero en julio el delito quedará prescrito por lo que será muy difícil que se llegue a una condena definitiva.
Berlusconi ha denunciado la "persecución judicial" de la que es objeto tras conocer la sentencia. Además, ha negado haber escuchado la grabación y haber tenido algo que ver con su publicación en Il Giornale. "Es realmente imposible tolerar una persecución judicial de este tipo que dura ya 20 años y que se reaviva cuando hay momentos particularmente complejos en la vida política del país", ha lamentado Berlusconi.