El papa Benedicto XVI ha decidido que la documentación sobre el escándalo del robo y filtración de documentos reservados conocido como Vatileaks esté "exclusivamente" a disposición del que sea elegido próximo pontífice, informó ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi. Algunos medios de comunicación afirmaron hace días que la documentación sería entregada a todos los cardenales que participarán en el cónclave, pero Lombardi precisó ayer que "sólo" el Papa y la comisión de tres purpurados creada para esclarecer el escándalo conocen el contenido de los mismos. Con la decisión de Benedicto XVI, el nuevo Papa también tendrá acceso a los documentos filtrados. Fuentes vaticanas precisaron que de esta manera, la documentación que desvelaba un enfrentamiento en la Curia e intrigas en el pequeño Estado del Vaticano no quedará archivada, como se hace tras la muerte o renuncia de un Papa, cuando todo el material del pontificado queda archivado para su estudio y no se publica hasta pasados unos años.