Las campanas de Roma y de las localidades de Albano y Castel Gandolfo sonarán el próximo día 28 a las cinco de la tarde, cuando Benedicto XVI abandone el Vaticano en helicóptero y se traslade a la residencia de Castel Gandolfo, tres horas antes de dejar de ser Papa. Así lo aseguró ayer Marcello Semeraro, obispo de Albano, diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma en declaraciones a Radio Vaticano, quien también dijo que los vecinos de Castel Gandolfo y de los pueblos cercanos de la zona están preparando una acogida, "como se merece", al Pontífice. Semerario anunció que una hora antes de que el Papa abandone el Vaticano, los fieles de Castel Gandolgo se reunirán en la plaza y para rezar el rosaio. El párroco de la iglesia anexa al palacio apostólico, Pietro Diletti, dijo que también tienen previsto realizar una concentración con antorchas al atardecer.