Atenas. Un soldado francés murió ayer en un combate entre fuerzas especiales del Ejército galo y rebeldes islamistas en el norte de Malí, informó el presidente de Francia, François Hollande. Según declaró a la prensa en Atenas, donde se encuentra de visita oficial, el combate se produjo en "una zona particularmente delicada" del norte de Malí "donde hay atrincherados grupos terroristas". Como resultado, añadió, hubo "varios muertos del lado terrorista" y uno, un legionario, de la parte francesa.

Según el Ministerio de Defensa, fueron más de veinte los terroristas abatidos; asimismo, fueron destruidos dos "importantes" depósitos de municiones. "Estamos en la última fase de la operación en Malí", manifestó el presidente francés, quien apuntó que ahora "no se trata solo de parar" a los yihadistas para "dar seguridad al territorio", lo que según él ya se ha conseguido, sino "de ir hasta el final".

En esta última fase, centrada en el macizo montañoso de los Iforas, el objetivo es "arrestar a los últimos jefes terroristas que siguen en el extremo norte de Malí" y liberar a los rehenes, en caso de que los haya -unos 15 de franceses están retenidos en el norte de África-. "Ya casi hemos conseguido nuestro objetivo, falta esa última fase (...) Luego, en algunas semanas, disminuiremos nuestra presencia", añadió François Hollande. Ahora que ya hay un contingente de unos 5.000 soldados africanos en Malí, el número de militares franceses -un total de 4.000- "disminuirá progresivamente", pero no lo hará "la voluntad de ir a buscar a los terroristas allá donde estén", sostuvo el mandatario francés.