CIUDAD EL VATICANO. En su tradicional editorial emitido por Radio Vaticana, el jesuita Lombardi habló de la conmoción comprensible que ha sufrido todo el mundo con el anuncio del Pontífice, pues se ha trata de un gesto "tan inesperado como inusual para todos, dentro y fuera de la Iglesia y del Vaticano".
El portavoz recordó como el pontífice alemán había ya lanzado esta posibilidad en el libro-entrevista "Luz del mundo" escrito por el alemán Peter Seewald.
"Tenía siempre un modo discreto y prudente de hablar de los compromisos futuros de su pontificado. Estaba claro que estaba desarrollando una misión recibida más que ejercitando un poder poseído", explicó Lombardi.
Para Lombardi, "no era falsa humildad" cuando Benedicto XVI al comienzo de su pontificado se definió como "un humilde trabajador de la viña del Señor".
"Siembre ha tenido mucho cuidado a la hora de emplear con sabiduría sus fuerzas físicas no exhuberantes para poder desarrollar lo mejor posible el deber inmenso que se otorgó, de manera inesperada y con una edad avanzada", opinó Lombardi.
Lombardi afirmó que la renuncia al pontificado es fruto de una "admirable sabiduría humana y cristiana" y que con su renuncia "indica una perspectiva de renovado compromiso y esperanza".
Para el portavoz vaticano "se trata de un gran acto de Gobierno de la Iglesia" ya que "para afrontar hoy los grandes problemas de la Iglesia y del mundo, se necesita un fuerte vigor y un horizonte de tiempo de gobierno proporcionado a las grandes empresas pastorales".
Asimismo, agregó Lombardi, "Benedicto XVI no nos abandona en tiempos de dificultad, sino que invita a la Iglesia a ponerse en las manos del Espíritu Santo y de un nuevo Sucesor de Pedro".
"Nosotros seguiremos sintiendo la intensidad única de su oración y de su afecto por el Sucesor y por nosotros. Probablemente esta relación espiritual será aún más profunda y fuerte que antes", añadió.