El primer ministro dimisionario italiano, Mario Monti, afirmó ayer sentirse "muy turbado" por el anuncio de Benedicto XVI, quien fue elegido el 19 de abril de 2005 tras la muerte de Juan Pablo II. "Estoy muy turbado por esta noticia inesperada", señaló ante las preguntas de los periodistas al margen de un congreso en el que participaba este lunes en Milán, donde además aseguró que nada le había hecho presagiar que se pudiera producir la renuncia del sucesor de Juan Pablo II.
El Jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, de 87 años, elogió la "extraordinaria valentía" y "generosidad" demostradas al anunciar que renunciará al faltarle las fuerzas para continuar en el cargo. Explicó que durante la última conversación que ambos mantuvieron, el pasado 4 de febrero con motivo de las celebraciones por los Pactos Lateranenses, le dio la sensación de que Benedicto XVI era consciente de un "cansancio difícilmente sostenible".
Para el presidente francés, François Hollande, la decisión del Papa de poner fin a su Pontificado a finales de febrero es "respetable". "No me corresponde a mi hacer comentarios sobre esta decisión que pertenece a la Iglesia. No tengo que decir si está bien. Es una decisión que refleja una voluntad que tiene que ser respetada", afirmó.
La canciller alemana, Angela Merkel, que es protestante, agradeció ayer al Papa Benedicto XVI sus años de trabajo al frente de la Iglesia católica y le deseó lo mejor tras su renuncia, una "decisión difícil" que dijo merece "el máximo respeto". La jefa del Gobierno alemán, que recordó el "orgullo" que sintió cuando Joseph Ratzinger fue elegido Papa hace ocho años, dio en una intervención pública urgente las "gracias" a Benedicto XVI por su pontificado y le deseo "de todo corazón" lo mejor para la etapa que se abre en su vida.
En opinión del primer ministro británico, David Cameron, serán "millones de personas" las que echarán de menos al Papa Benedicto XVI como "líder espiritual". "Trabajó incansablemente para reforzar las relaciones del Reino Unido con la Santa Sede", indicó el jefe del Ejecutivo británico en un escueto comunicado, en el que recordó que la visita del Pontífice al Reino Unido en 2010 "se recuerda con gran respeto y cariño". Para el arzobispo de Westminster y primado de la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales, Vincent Nichols, Benedicto XVI ha mostrado un "gran coraje" con su decisión y pidió rezar por el pontífice.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, aseguró que había recibido con "plena comprensión" pero con "dolor en el corazón" la noticia de la dimisión, al tiempo que ha destacado que ha ejercido el cargo "con gran dignidad, perspicacia y coraje".
El rabino jefe askenazí de Israel, Yona Metzger, deseó al Papa salud y aseguró rezar por él, tras hacerse pública ayer su renuncia motivada por su avanzada edad. "Estoy muy sorprendido con el anuncio del Papa. Le deseo salud, prosperidad y una larga vida y rezo para que le regrese la fuerza pronto", dijo. El rabino jefe afirmó que tiene "gran gratitud" hacia Benedicto XVI "por su gran actividad para promover la conexión interreligiosa, que ha contribuido mucho a reducir el antisemitismo alrededor del mundo".
El presidente de Israel, Simon Peres, se mostró ayer "triste" por la renuncia del Papa y le deseó una "larga y saludable vida", al tiempo que afirmó que el Vaticano bajo su liderazgo ha sido una "clara voz" contra el racismo y el antisemitismo y en favor de la paz. Destacó que Ratzinger tiene "la profundidad de un gran pensador, la sinceridad de un gran creyente, la pasión de un creador de paz y la sabiduría de entender los cambios en la historia".