Nueva York. La decisión de un diario de publicar en un mapa interactivo los datos de cientos de vecinos de dos condados del estado de Nueva York con permisos de armas ha provocado una agria polémica en pleno debate tras la matanza de Newtown. Desde que fue publicado hace cuatro días el mapa, que incluye nombres de vecinos de los condados de Westchester y Rockland, miles de ciudadanos han iniciado un debate en Internet sobre la necesidad o no de que se conozcan estos datos. Precisamente, Newtown no se encuentra muy lejos de los condados.

El mapa publicado por Journal News permite ver los nombres y dirección de las personas que poseen una licencia para manejar una pistola o un revolver, así como aquellos que han adquirido un arma corta en los últimos cinco años. Muchos internautas se han quejado porque los datos criminalizan la posesión legal de una licencia de armas o por hacer pública y accesible información privada. Uno de los comentarios critica el que "ahora todo el mundo sabe dónde están las armas legales, una información muy adecuada para criminales" y se pregunta: "¿Por qué no hacen algo verdaderamente útil como averiguar dónde están las armas ilegales?".

Janet Hasson, editora de Journal News se defendió ayer de las críticas asegurando que el papel de un periodista "es proveer públicamente la información disponible sobre temas del momento, incluso si son impopulares". "Sabíamos que la publicación de la base de datos sería controvertida, pero consideramos que la información sobre datos de permisos de armas en el vecindario sería importante tras el tiroteo de Newtown", indicó.

Para crear el mapa, Journal News solicitó los datos de nombres y direcciones bajo las normas de la ley de libertad de información. La legislación del estado de Nueva York permite que la información sea publica. El diario también recordó que el hecho de aparecer en la base de datos no significa que la persona posea un arma actualmente y no incluye aquellos que pueden manejar armas de cañón largo o mayor calibre.

Tras la publicación, varios blogueros estadounidenses respondieron con la divulgación de los datos personales de los periodistas autores de la información. Mientras, la ciudad de Los Ángeles realizó ayer su tradicional programa de compra de armas a los ciudadanos.