bogotá. Las autoridades colombianas informaron ayer de que habían recuperado los cadáveres de seis guerrilleros tras el mayor bombardeo lanzado este fin de semana por el Ejército contra las FARC desde el inicio del proceso de paz. Ayer mismo, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hizo un balance "positivo" del primer ciclo de reuniones de negociación con las FARC que terminó el pasado jueves en La Habana, sede permanente de los diálogos. A pesar de la puesta en marcha de este proceso, las fuerzas de seguridad del Estado prosiguen su ofensiva contra las FARC. El jefe del Comando Conjunto del Suroccidente, general Leonardo Barrero, dijo que tras la ofensiva desarrollada la madrugada del sábado contra tres campamentos de la columna móvil Mariscal Sucre la Fiscalía trata aún de identificar los cuerpos de guerrilleros muertos, que ayer dijeron que eran unos veinte.
Tanto Barrero como el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, confirmaron que entre los fallecidos se encuentra el "máximo cabecilla de esa estructura", identificado con el alias de Guillermo Pequeño, quien formó parte de esa guerrilla durante los últimos 25 años. Asimismo, murió el tercero al mando, conocido como Mario.
En cuanto a las negociaciones con la guerrilla, la pretensión del Gobierno colombiano es que este tercer intento de paz con las FARC sea serio, rápido, eficaz y que dé como fruto resultados concretos. El primer ciclo de negociaciones en la capital cubana, que arrancó el 19 de noviembre y terminó el pasado jueves, arrojó los primeros acuerdos en materia de participación de la sociedad civil para resolver el problema de la tierra.
sin prisioneros Ayer Rodrigo Granda, conocido como el canciller de las FARC, desmintió que este grupo insurgente tenga en su poder "prisioneros de guerra", "retenidos ni secuestrados", como apuntó la víspera la guerrillera Sandra Ramírez. En una entrevista radiofónica, Granda o Ricardo Téllez afirmó desde La Habana: "Nosotros en este momento, podemos garantizarlo al país y lo hemos dicho, no tenemos prisioneros de guerra. Granda justificó que la guerrillera, quien fue la última compañera sentimental del jefe y fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, más conocido como Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, "de pronto pudo tener una ligereza".