Ankara. Turquía volvió a bombardear Siria ayer en respuesta a un nuevo obús caído en suelo turco en la provincia meridional de Hatay, con lo que se suman ya seis días consecutivos de represalias. El proyectil procedente de territorio sirio impactó a las 12:00 GMT en un terreno baldío a unos 150 metros de la frontera, por lo que no hubo que lamentar daños personales ni materiales, precisa un comunicado de la oficina del gobernador de Hatay. Las unidades militares estacionadas en la frontera devolvieron fuego a modo de represalia, añade el comunicado. Es el sexto día de bombardeos turcos desde que el pasado miércoles murieran cinco civiles en el pueblo de Akçakale, en la provincia de Sanliurfa. Pese a las advertencias de Ankara, los obuses lanzados desde Siria han seguido cayendo en dos regiones separadas por unos 250 kilómetros. En todos los casos, la artillería turca responde de forma rutinaria con disparos de mortero de 81 mm, tomando como objetivo el lugar desde donde salió el disparo desde el lado sirio. Los continuos combates entre el Ejército sirio y grupos de la oposición armada, a pocos kilómetros de la frontera turca, obligaron ayer a cerrar los colegios de Akçakale.
Semanas sin maestros Ayer lunes, los colegios permanecieron cerrados en dicha localidad, según informó la agencia de noticias Anadolu. Algunos alumnos se han quejado de que llevan semanas sin poder ver a sus maestros debido a la frecuente caída de misiles en los últimos días, mientras que en meses pasados hubo ráfagas de balas perdidas, situación por la que se aconsejaba no salir de casa.
Aunque la continua caída de obuses desde Siria no han vuelto a causar víctimas, la tensión diplomática no deja de aumentar. "En Siria se está haciendo realidad el peor escenario posible", estimó ayer el presidente turco, Abdullah Gül, en declaraciones recogidas por la emisora NTV. "Desde luego, no es concebible que la situación en Siria continúe así. Antes o después tiene que haber un cambio y un periodo de transición", opinó el presidente, que confió en que esa transformación llegue de una vez y que no haya más derramamiento de sangre. Además, opinó que la comunidad internacional ha de jugar un papel más activo en todo ese proceso.
Autorizados para la guerra Desde el jueves pasado, el Gobierno de Ankara dispone de la autorización del Parlamento turco para intervenir militarmente en Siria en el momento que estime oportuno, dentro del plazo de un año, aunque varios políticos han indicado que se trata más bien de una medida disuasoria y que Turquía prefiere evitar la guerra.
Mientras esto sucede crecen los rumores sobre el futuro del presidente sirio, Bachar al Asad, que estaría preparando una huida a Rusia, según informó ayer la emisora Al Jazeera citando a un ex asesor de prensa del mandatario. Según dijo Abdullah al Omar desde Antioquía, en Turquía, Al Asad sabe que no podrá permanecer en el poder y por eso pretende huir a Rusia, donde ya fueron preparadas 300 viviendas para él y su familia. Al Omar, al parecer, estaba enterado de numerosos secretos del presidente, como miembro de su oficina de prensa hasta septiembre.
El ministro del Exterior iraní, Ali Akbar Salehi, dijo sin embargo que Al Asad no piensa en huir.