caracas. El candidato de unidad de la oposición venezolana a la Presidencia, Henrique Capriles, perdedor de los comicios del domingo, quisó levantar la moral de sus seguidores señalando que "aquí el que no logró la victoria fui yo, que el pueblo no se sienta derrotado". Capriles insistió señalando que "El tiempo de Dios es perfecto, y el tiempo de Dios ya llegará". "Para saber ganar hay que saber perder. Para mí lo que el pueblo diga es sagrado", apostilló. El líder opositor pidió ayer a sus partidarios levantarse y dejar la tristeza. "Sé que hoy mucha gente siente tristeza, pero debemos levantarnos, seguir creyendo que hay un mejor país que podemos tener y lo tendremos", escribió Capriles en la red social Twitter.
En una serie de mensajes en su cuenta @hcapriles en esa red social, el líder opositor agradeció los más de 6.3 millones de votos que obtuvo y confirmó que seguirá en el escenario político nacional. "Lamento mucho no haber podido lograrlo, no gané la presidencia, pero gané millones de hermanos que son todos uds, que los llevo en mi alma" y "son + de 6 millones, casi la mitad del país, que me ayudaron a construir un camino,voy a seguir trabajando y no están solos, somos millones", sostuvo.
"Hermanos todos, quiero agradecerles desde lo más profundo de mi corazón la confianza que me dieron, nunca los voy a defraudar", añadió.
Inmediatamente después de conocerse anoche los resultados, el candidato opositor aceptó la victoria de Chávez, al que felicitó, y asimismo pidió a sus seguidores que no se sientan "solos" ni "derrotados".
Sobre la nueva victoria de Chávez, Capriles dijo confiar en "que un proyecto que lleva 14 años asuma y entienda que casi la mitad del país no está de acuerdo con esta opción que hoy se mantiene en el poder", y le pidió "respeto, consideración y reconocimiento".
"le dimos la pelea" Por su parte, los más de 200 venezolanos que se habían concentrado en el comando de campaña opositor no podían esconder su tristeza tras conocer los resultados oficiales que sellaban la derrota de su líder, Henrique Capriles, frente al presidente, Hugo Chávez, y que recibieron con resignación y lágrimas en los ojos. "Le dimos la pelea", se consolaban unos a los otros mientras de fondo retumbaban los fuegos artificiales celebrando la victoria de Chávez, quien lograba así su tercera reelección consecutiva para gobernar hasta el 2019. Los asistentes al Comando Venezuela, como se denominó el equipo de campaña de Capriles, se abrazaban, trataban de animarse, pero no lograban ocultar la frustración que sentían al ver rota la esperanza que tenían puesta en esta elección y que vieron desvanecerse en tan solo unos segundos.
El secretario general de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, dibujaba con sus dedos una sonrisa a sus correligionarios, pidiéndoles de este modo que trataran de contener sus lágrimas.
Algunos periodistas locales tampoco sabían cómo esconder su decepción y con ojos llorosos se prepararon para escuchar las palabras de Capriles. "¡No te rindas!!", le gritaba una señora, cuando el líder opositor subía visiblemente emocionado al escenario para dirigirse a los más de seis millones de venezolanos que habían votado por él.
En el discurso, aunque con emoción, el ánimo subió y le aplaudieron tanto como pudieron, aunque, más tarde, nadie podía tan siquiera dar una declaración a la prensa.
Un 80 % del censo de 18,9 millones de votantes participó ayer en las elecciones en las que Chávez fue elegido para continuar su gobierno hasta 2019.