Belfast. Artificieros del Ejército británico desactivaron una bomba de "gran tamaño" colocada en una zona del norte de Belfast con el objetivo de cobrarse un "gran número de vidas", informó ayer la Policía norirlandesa (PSNI). El artefacto explosivo fue hallado la pasada noche en Jamaican Street, en el barrio católico de Ardoyne, lo que obligó a desalojar unas 30 viviendas y a acordonar la zona durante la alerta de seguridad.

Aunque, de momento, ningún grupo terrorista se ha atribuido la autoría, las fuerzas del orden apuntan a alguno de los grupos escindidos del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), opuestos al proceso de paz en los condados del norte de la isla irlandesa.

Según los medios locales, varios disidentes republicanos residen en este barrio, escenario habitual durante el pasado conflicto de enfrentamientos entre republicanos y las fuerzas del orden.

El inspector jefe de la PSNI en la zona, Andrew Freeburn, aseguró ayer que la acción terrorista estaba diseñada para provocar el máximo número de muertes y "tanto caos como fuera posible".

"Los responsables han demostrado su crueldad e indiferencia hacia las vidas de la gente de nuestra comunidad. Esta es una zona residencial y podríamos estar hablando ahora de una enorme tragedia", declaró el dirigente policial.

También el concejal de Ardoyne del Sinn Fein (antiguo brazo político del inactivo IRA), Gerard McCabe, condenó ayer el intento de atentado perpetrado por algunos individuos de los que dijo, "no tienen el apoyo de la comunidad". "Ardoyne ya ha sufrido suficiente durante los últimos años, no hay necesidad de que estos grupúsculos lleven más miedo y caos a las vidas de sus residentes. Por suerte, nadie ha resultado herido y los evacuados ya han regresado a sus casas", explicó el político republicano irlandés.