Barcelona. El candidato de la oposición venezolana a la Presidencia, Henrique Capriles, aseguró ayer que su país ha cambiado durante el último año y está convencido de su victoria en las elecciones del domingo porque, subraya, "ya toca cerrar un ciclo" en Venezuela.

Este abogado de 40 años que aspira a derrotar en las urnas a Hugo Chávez y acabar con un Gobierno que lleva 14 años en el poder, aseguró que no va a ser jefe de Estado para "cobrar facturas" y que no está preocupado por lo que pueda hacer el presidente el próximo domingo si pierde las elecciones. "Yo estoy absolutamente convencido de que el destino está escrito, soy una persona que cree mucho en que el tiempo de Dios es perfecto y ya toca cerrar un ciclo en Venezuela", dijo Capriles.

"Para mí (lo importante) es lograr la confianza de los venezolanos, ganar las elecciones y empezar a trabajar", afirmó. A su vez subrayó que la campaña del gobierno ha sido "muy mala", apelando "al miedo, a la intimidación", y comparó la convocatoria creciente que, dice, tiene sus actos frente a la de Chávez, quien, agrega, tiene que recurrir a los autobuses para llevar a sus seguidores.

"confianza" "Yo creo que el propio candidato del gobierno jamás se imaginó que iba a perder la capacidad de convocatoria", manifestó. Consideró que ha sido una campaña "brutalmente desigual" en alusión a los apenas tres minutos que tiene en los medios públicos, que por contra realizan una cobertura intensiva de la actividad del presidente.

"No hay ningún país en el mundo en que tu encuentres una campaña en las condiciones que se ha desarrollado la de Venezuela, yo creo que el abuso de poder tiene un costo el domingo", señaló.

Al reflexionar sobre el respaldo que ha tenido el gobierno de Chávez en los últimos años, apuntó que "buena parte de la consolidación de este gobierno fue responsabilidad de la oposición, de una mala oposición". "Pero este país cambió en el último año, despertó, te lo dice alguien que ha recorrido más de 300 pueblos y no voy a zonas de clase media, son puros sectores populares", agregó.

En materia económica, aseveró que las soluciones van a llegar de la mano de la "confianza", una palabra que, subrayó, va a caracterizar a la Venezuela que gobierne y a la que apelará para atraer inversiones y gestionar los problemas vigentes en materia de nacionalizaciones y repatriación de dividendos de empresas extranjeras. "¿Si yo no resulto favorecido por el voto popular? Para saber ganar hay que saber perder, para mí lo que los venezolanos digan para mí eso es sagrado, lo que a mí me tiene sin cuidado es lo que diga el Gobierno", afirmó.