Mogadiscio. La milicia radical islamista somalí Al Shabaab perdió ayer el control de su último gran bastión en el sur de Somalia, la ciudad portuaria de Kismayo, en el marco de una ofensiva de las fuerzas somalíes y la misión de paz africana Amisom, apoyada por las fuerzas de combate de Kenia. Según las fuentes militares, el Ejército keniano conquistó tres cuartas partes de la ciudad, mientras que en algunas regiones continuaban ayer los combates y la emisora de radio local continuaba en manos de la milicia. "Es una gran victoria", señaló el portavoz de las fuerzas de combate de la vecina Kenia, Emmanuel Chirchir. Los milicianos se retiraron en muchos casos sin ofrecer mucha resistencia. Unos 1.400 somalíes huyeron ayer del lugar debido a los combates, según la Acnur, cifra que se suma a las 12.000 personas que han abandonado la ciudad este mismo mes.

Los últimos combates en torno a Kismayo, situada unos 500 km al sur de Mogadiscio, comenzaron ayer mismo. La fuerza aérea y naval de Kenia participaron en la ofensiva. "Amisom quiere liberar a los habitantes de Kismayo para que puedan vivir en paz, estabilidad y seguridad", manifestó el comandante de Amisom, Andrew Gutti, en un comunicado, exigiendo a los milicianos que quedan que dejen las armas. Por otro lado, con la muerte del periodista Ahmed Abdulahi Fanah de 32 años, la cifra de reporteros fallecidos en los combates ascendió a 15, según datos de la asociación periodística somalí Nusoj. Fanah trabajaba para la agencia de noticias de Yemen y fue asesinado en un puesto de control de unidades fieles al gobierno.

El jueves se encontró en la capital el cadáver decapitado del periodista Abdirahman Mohamed Ali, que había secuestrado anteriormente. Desde 2007, las milicias de Al Shabaab controlan gran parte de Somalia, cooperando con Al Qaeda, para convertir el país en un estado religioso islámico. Tras varios secuestros y atentados en el norte de Kenia en 2011, las tropas del país vecino entraron en el sur de Somalia.