ISLAMABAD. La Policía paquistaní no ha encontrado pruebas contra la niña cristiana acusada de blasfemia por quemar textos coránicos y ha presentado cargos que inculpan a un imán por falsear los hechos, según informó ayer el diario local Express Tribune.

El oficial encargado de la investigación, Munir Jafri, dijo que tres testigos prestaron testimonio contra el imán Jadun Chishti

La niña pasó tres semanas en prisión a pesar de su edad y de su probada discapacidad psíquica, aunque el oficial Jafri la exculpó al declarar que "ni el demandante ni ningún testigo ha presentado informe alguno contra ella".

Sin embargo, según el investigador, la situación del imán es diferente, pues uno de sus asistentes afirmó que vio cómo Chishti introducía hojas del Corán en la bolsa que contenía las cenizas de lo supuestamente quemado por la niña.

La legislación antiblasfemia de Pakistán fue establecida en el período de dominación británica para prevenir choques religiosos, pero en los años 80 una serie de reformas al amparo del dictador Zia ul Haq dio alas a los extremistas para el abuso de la ley. Actualmente, las acusaciones por blasfemia provienen casi siempre de imanes locales que intentan amedrentar a las minorías religiosas.