CISJORDANIA. Cubierta con un colorido "hiyab" -el pañuelo con que las musulmanas tapan su cabello-, Maysun Qawasmi, de 43 años y madre de cinco hijos, encabeza la formación denominada "Participando podemos" que concurre a estos comicios, los primeros desde 1976 al Concejo Municipal de Hebrón, una ciudad tradicionalmente conservadora.
"Soy un miembro activo en mi sociedad que desea servir al pueblo. Por tanto, debo contar con la oportunidad de poder hacerlo a través de las elecciones municipales", expresa a Efe con la confianza que le permite criticar de igual manera el actual sistema de cuotas o asientos destinados a las mujeres, según la Ley Básica palestina.
"Las mujeres no deben conformarse con lo que los hombres decidan sobre ellas. Vemos cómo las que fueron elegidas a través del sistema de cuotas nunca han sido capaces de tener un impacto en su comunidad", lamenta.
Con el nuevo grupo con el que aspira a conseguir al menos tres de los quince escaños en las municipales que se celebrarán en toda Cisjordania el 20 de octubre, Qawasmi concurre como una alternativa a otras formaciones que no tienen en agenda asuntos relacionados con la mujer.
El grupo, que presenta a once candidatas independientes entre las que se encuentran Liana Abu Eishe o Ivin el Yabari, en caso de lograr el beneplácito del electorado, tiene en mente unirse para integrar un partido político oficial.
"Participando podemos" es consciente de los retos a los que se enfrenta con una candidatura exclusivamente femenina en una sociedad mayoritariamente musulmana donde el hombre desempeña un papel predominante.
"Necesitamos al menos cinco escaños en el concejo para poder lograr un cambio. Me encantaría convertirme en alcaldesa, pero llegados a este punto me contentaría si logramos un escaño alguna de nosotras", sostiene Qawasmi.
Periodista de la agencia oficial de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Wafa, esta emprendedora también mantiene reuniones para reforzar el liderazgo de la mujer palestina en Cisjordania.
Acerca de sus planes una vez en la política activa, piensa "alentar a los jóvenes y a las mujeres a involucrarse en el deporte sin tener que pagar elevadas sumas por el empleo de instalaciones deportivas".
Uno de sus planes es crear el primer equipo de fútbol femenino de Hebrón, iniciativa, dice, que ha cosechado ya numerosas críticas por parte de los hombres.
Al referirse a la clase política palestina cree que "algunos alcaldes prefieren permanecer sentados en sus sillones e ignorar a la gente de la calle", una situación que en caso de resultar electa pretende cambiar radicalmente y trabajar para la gente de a pie.
Sobre su programa electoral, adelanta que no cuenta con una varita mágica para "acabar con la ocupación ni echar a los colonos del centro de Hebrón", pues defiende rotunda que "esas son cuestiones políticas".
En lo tocante a los asuntos municipales, aspira a que los todos niños puedan estudiar al mismo tiempo en las escuelas y acabar con la actual sobresaturación de alumnos que obligaba a muchos centros a impartir clases en distintos turnos durante la jornada.
Otra de sus promesas es dialogar con todas las partes competentes para que todos los vecinos tengan acceso al agua corriente.
En el intrincado mundo de clanes familiares declara contar con el apoyo de cuatro grandes familias y asegura que el votante en Hebrón está cansado de la división interna entre los partidos rivales Al Fatah y Hamás.
En Hebrón hay 59.000 votantes registrados, de los que Qawasmi aspira a obtener la confianza de 20.000.
Pese a que su bloque es único en su composición, las mujeres cuentan con un largo historial de presencia en la política palestina. Seis de ellas ostentan cargos de ministro en el Gobierno de la ANP en Cisjordania, liderado Salam Fayad, y en el Consejo Legislativo Palestino (Parlamento) ocupan 17 de los 132 escaños.