Moscú. La policía rusa ordenó ayer la búsqueda y captura de otras dos integrantes no identificadas del grupo punk Pussy Riot, mientras el abogado de las tres mujeres condenadas a dos años de cárcel adelantó que recurrirá el fallo. "Se están efectuando la pertinentes labores de búsqueda y captura", informó un portavoz de la policía rusa. La fuente agregó que se incoará un proceso penal contra las dos mujeres, quienes, aunque también cantaron contra Vladimir Putin, en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, han logrado por ahora eludir su detención.
El pasado febrero, cinco mujeres encapuchadas, entre las que figuraban las ahora condenadas Nadezhda Tolokonnikova, Yekaterina Samutsevich y Maria Aliojina, cantaron y bailaron en una zona restringida del principal templo ortodoxo ruso, imágenes que han visto cientos de miles de personas en Youtube. "Virgen María, echa a Putin", rezaba la canción. Tres de las componentes del grupo fueron detenidas en marzo, después de que la Iglesia ortodoxa rusa reaccionara con indignación ante lo que calificó de "sacrilegio".
Pero Pussy Riot no se arredra y adelantó la pasada semana que prepara nuevas acciones artístico-musicales de protesta. Las chicas, que se niegan a revelar su identidad, pidieron a sus partidarios que se pongan las famosas capuchas de tela y se rebelen contra Putin. Mientras, uno de los abogados de las procesadas, Nikolai Polozov, adelantó que recurrirá la sentencia de cárcel por "gamberrismo motivado por odio religioso". Polozov precisó que el fallo es ilegal y que también apelará ante el Supremo y el Constitucional, así como al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Juristas, psicólogos y criminólogos rusos han criticado públicamente la sentencia, al considerar que se basa en suposiciones y alusiones a dogmas religiosos que no pueden utilizarse como pruebas de delito. El fallo también ha generado reacciones de protesta tanto en el exterior como en el interior de Rusia, entre ellas la de el opositor Gary Kasparov, que ayer mismo fue interrogado por la Policía rusa tras ser acusado de morder a un agente antidisturbios en el momento de ser detenido el pasado viernes durante la protesta contra la condena a Pussy Riot.