Mogadiscio. Mohamed Ahmed Noor, alcalde de Mogadiscio, está convencido de que la capital somalí podría ser "como Hong Kong o Tokio en cinco años" si se cuenta "con un liderazgo honesto y fuerte". Durante una entrevista en tono distendido con varios periodistas, Noor afirmó que, para impulsar la incipiente reconstrucción de la ciudad y convertirla en una gran urbe, hacen falta "infraestructuras, energía y agua limpia" y que, una vez conseguidas, "los somalíes harán el resto".
El regidor apostó por el capital de los numerosos somalíes de la diáspora para reconstruir la ciudad y el país, ya que "el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional conceden préstamos con malas condiciones, que crean crisis". Tras dos décadas de guerra, los habitantes de la maltrecha ciudad están "reparando y rehabilitando sus casas". "Antes se podía oír fuego de morteros, pero ahora se escuchan martillos y clavos", señaló con optimismo el primer edil de Mogadiscio. "Ahora verás que cada bar, restaurante u hotel está lleno de gente. La gente bromea y se ríe. La gente está regresando a la ciudad, mirando al futuro llena de esperanza. Eso es un cambio".
Un cambio también vivido por el propio Noor, que regentaba un cibercafé en Londres antes de entrar en política de la mano del Partido Laborista británico, y que volvió a su Somalia natal hace dos años para dirigir el Consistorio de Mogadiscio. "Me fui a Londres como refugiado, en busca de asilo", rememora Noor. Durante sus casi veinte años de estancia en Londres, el ahora alcalde de Mogadiscio abrió "una oficina para ayudar a miembros de la comunidad somalí, que sigue activa", pero no pudo resistir la tentación de volver para tratar de cambiar la situación en Somalia.
"Nací y crecí aquí, cuando Mogadiscio era una de las mejores ciudades sobre la faz de la Tierra. Cuando vi lo que pasaba, me pregunté qué podía hacer para contribuir a mejorar la situación y resultó que tenía que volver e involucrarme en la política somalí". Preguntado sobre la inseguridad en las calles, Noor subrayó que "hay menos terrorismo que en Kabul, Islamabad o Bagdad", y mucho menos desde la retirada de la milicia radical islámica Al Shabab en agosto de 2011, hecho que ha acelerado la reconstrucción.