Damasco. El Gobierno sirio envió ayer cientos de militares a la ciudad de Alepo, en el noroeste del país, donde los helicópteros del Ejército atacaban a los rebeldes que luchan para derrocar al presidente, Bashar al Assad.
Mientras que antes el conflicto en Siria se caracterizaba por los enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas gubernamentales en provincias remotas, ahora ambos bandos luchan por controlar las dos ciudades más importantes del país, Alepo, el centro económico del país, y la capital, Damasco.
Las fuerzas de Al Assad llevaron a cabo ambiciosas contraofensivas en ambas ciudades. Parece que se han impuesto a los rebeldes en varios barrios de Damasco y que se dirigen a Alepo.
Las fuerzas gubernamentales usaron su artillería y disparado cohetes ayer contra Al El, una localidad situada la periferia de Damasco, en un intento por arrebatar su control a los sublevados, generando el pánico entre la población y obligando a cientos de familias a huir, según residentes y activistas opositores.
El batallón mecanizado, que tiene su cuartel cerca de Al Tel, empezó a bombardear la localidad, que tiene unos 100.000 habitantes, ayer por la madrugada. Según las fuentes, parece que varios edificios de viviendas fueron alcanzados por proyectiles.
"Hay helicópteros militares sobrevolando la ciudad. La gente se ha despertado por el ruido de las explosiones y está huyendo", declaró Rafe Alam, uno de los activistas. "Han cortado el suministro eléctrico y las líneas telefónicas", agregó.
Por otro lado, varios activistas opositores indicaron que cientos de militares en carros de combate y vehículos blindados se retiraron de la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, y se dirigen a Alepo. Los rebeldes atacaron a las últimas tropas que salían de la zona, según el activista Abdelrahman Bakran, que se encuentra allí.
Rami Abdel Rahmane, presidente del Observatorio sirio de los Derechos Humanos (OSDH) confirmaba que Alepo es una ciudad tomada por los soldados. Además afirmó la importancia de los sucesos en la ciudad: "Es una batalla decisiva y el régimen está enviando más efectivos para impedir a los insurgentes que se hagan con el control de las sedes de la policía, de edificios públicos o del partido político Baas, en el poder en Siria desde 1963". Agregó: "Si esta ciudad cae, el régimen cae, y los adversarios lo saben".
La población local dijo que los helicópteros del Ejército dispararon misiles contra Alepo este martes. Mientras, a la entrada del casco viejo, los insurgentes, armados con fusiles y ametralladoras, luchaban contra las fuerzas de Al Assad, que disparaban obuses y proyectiles de mortero.
Según los grupos opositores, había al menos 80 muertos en Siria ayer, y al menos 1.261 personas han muerto desde que el pasado 15 de julio empezaron a intensificarse los enfrentamientos en Damasco.
Eso significa que la semana pasada es la más violenta que se ha registrado en Siria desde que comenzó la revuelta contra Al Assad, en marzo de 2011, durante la cual han fallecido al menos 18.000 personas, según la oposición.