Damasco. El régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, continúa asediando los feudos opositores en el país y luchando contra los rebeldes en medio de la polémica suscitada por el posible uso de armas químicas. Asimismo, los conflictos provocan ya más de 1,5 millones de personas se ven obligadas a desplazarse dentro de Siria huyendo de los enfrentamientos.
Más de 10.000 iraquíes que estaban en Siria como refugiados regresaron a su país la semana pasada. Unos 13.000 ya huyeron durante el primer semestre del año, según un portavoz del ACNUR. El alcalde de la ciudad iraquí, Farhan Ftehjan, que cruzaron la frontera porque "se ven cansados y asustados, pero hubo una recepción cálida para ellos en el campamento de al-Qaim". Muchas de las personas en Damasco huyeron de sus hogares para refugiarse en 58 escuelas o acampar en parques.
Este éxodo se ve instigado por los ataques de las tropas gubernamentales para recuperar el control de los bastiones de la insurgencia provocaron más de 70 muertes ayer en Siria, según la oposición. Los combates entre las fuerzas leales al régimen y los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) se centraron en distintas zonas de Damasco y Alepo, así como en sus alrededores. Alepo, la segunda ciudad y centro económico del país, fue especialmente castigada con bombardeos de artillería y helicópteros, al tiempo que los enfrentamientos se reprodujeron en barrios como los de Al Sukari y Salahedín.
El coordinador de la red opositora Sham en Alepo, Mayid Abdulnur, aseguró que los bombardeos cayeron también sobre los barrios de Al Idaa y Bustan al Qasr, así como en zonas aledañas ubicadas al norte y oeste de la ciudad. Entre siete y trece personas murieron, además, en un motín en la Cárcel Central de Alepo, según fuentes opositoras, que detallaron que los guardias de seguridad de la prisión abrieron fuego y lanzaron gases lacrimógenos para reprimir la protesta de los reos.
Por otro lado, la mayor parte de la frontera entre Siria y Turquía, y parte de la iraquí, está ya en manos de diferentes grupos rebeldes y fue abandonado por las tropas leales al presidente Bachar al Asad, según aseguraron refugiados sirios en Antioquía, en el sur de Turquía. "Casi todos los pasos fronterizos del norte de Siria, desde el de Reyhanli en Hatay hasta el de Deir ez Zor, en la frontera iraquí, están bajo control de los rebeldes", afirmó Yamil Saib, un economista refugiado en Antioquía.
Por su parte, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo ayer que el presidente sirio aún está a tiempo para negociar una salida al conflicto en Siria y poner en marcha una transición política hacia la democracia. "Creemos que no es demasiado tarde para que el régimen de Assad comience con la planificación de una transición, para encontrar un camino que ponga fin a la violencia y comenzar una clase de discusiones serias que no se han producido hasta la fecha".