Nueva York. Rusia aseguró ayer que vetará el nuevo proyecto de resolución occidental sobre Siria si se presenta a votación en el Consejo de Seguridad, ya que condenaría al fracaso a la misión del mediador de la ONU, Kofi Annan. "No lo harán hoy, ya que el proceso de consultas acaba de comenzar. Pero si lo hacen, sabiendo que su contenido es inaceptable para nosotros, lo vetaremos", afirmó Guennadi Gatílov, viceministro ruso de Exteriores, a las agencias rusas. Gatílov considera "inadmisible vincular el destino de la presencia de la ONU en Siria con el capítulo 7 de la ONU" (sanciones), ya que "significaría enterrar automáticamente la misión". El diplomático subrayó que para Rusia es "categóricamente inaceptable" un proyecto de resolución sobre Siria que contemple la intervención militar. Las potencias occidentales presentaron la víspera un proyecto que da un ultimátum de diez días a Damasco para el cese del uso de armamento pesado.
En caso contrario, Occidente amenaza con la imposición de duras sanciones diplomáticas y económicas incluidas en el capítulo 7, que contempla también medidas de fuerza contra los países que pongan en peligro la paz y la seguridad mundiales. Además, Gatílov insistió en que Moscú nunca aceptará una resolución que vincule directamente la misión de Annan con la imposición de nuevas sanciones contra el régimen de Bachar al Asad si no cumple con ciertas condiciones. "En general, el proyecto es desequilibrado, ya que contempla el cumplimiento de obligaciones sólo por parte del Gobierno sirio y prácticamente no dice nada sobre los compromisos de la oposición", dijo. Al mismo tiempo, insistió en que Rusia intentarán "llegar a un texto constructivo para un posible proyecto de resolución que refleje la situación real de las cosas". Rusia insiste en prolongar durante tres meses la misión de las Naciones Unidas en el país árabe, cuyo mando concluirá el 20 de julio, aduciendo que "aunque trabajan en condiciones difíciles, de todas formas, la misión permite obtener información objetiva".
"Por eso, la salida de los observadores de la ONU de Siria dificultaría la situación y al final obstaculizaría el arreglo político", advirtió. Gatílov llamó también a las potencias occidentales a persuadir a la oposición siria a que se atenga al diálogo político con las autoridades, ya que las demandas de la renuncia de Asad "sólo conducirán a un callejón sin salida".
el tercer veto Rusia y también China ya vetaron en octubre y febrero pasados sendos proyectos de resolución occidentales que contenían condenas y sanciones contra el Gobierno de Siria, escenario de cruentos combates desde hace más de 16 meses con un saldo de más de 12.000 muertos.
el plan annan Pese a que no se han dado a conocer oficialmente los detalles al respecto, la propuesta cde Kofi Annan para Siria consistiría básicamente en alcanzar un alto el fuego paso a paso en las provincias en conflicto. Luego, según diplomáticos árabes cercanos al presidente Bachar al Asad, se juntarán las armas de los desertores y los rebeldes. A los miembros de la oposición armada se les garantizará a cambio la impunidad. Además se pondrá en marcha un diálogo político entre el régimen y la oposición. El régimen estaría representado por el ministro Ali Haidar, un ex compañero de estudios del presidente Al Asad.
De esta forma quedaría fuera de carrera el vicepresidente Faruk al Sharaa, un suní que al menos podría ser aceptado por parte de la oposición. "Miles de prisioneros políticos siguen aún en las cárceles. En las ciudad hay tanques. ¿Cómo se puede negociar así?", se pregunta el activista mer al Sadek. Para el movimiento de protestas no es una opción mantener un diálogo "al amparo del régimen". El abogado de derechos humanos Haitham al Maleh, un simpatizante de los islamistas, consideró inútil el intento de Annan. Al Maleh cree que esto es menos novedoso que el nuevo intento de los estados occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU de imponer sanciones no militares contra el régimen.
Al opositor, que tras su huida de Siria el año pasado no se ha perdido ninguna conferencia de la oposición, le atrae mucho más el discurso del embajador sirio en Bagdad, quien a 16 meses del alzamiento se ha desvinculado del régimen, al que fue fiel durante más de una década. Al Maleh espera que el círculo cercano a los dirigentes sirios se vea tan erosionado por las protestas y el levantamiento armado que finalmente termine completamente desintegrado.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), al que pertenecen la mayoría de los grupos de la oposición, no se cansa de destacar que "el proceso político podrá comenzar una vez que renuncie Al Asad". Por eso se genera la duda de cómo hará Annan para presentar a la oposición un diálogo con el régimen. Porque incluso el Comité de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático, hasta el momento la única agrupación opositora que se distanció de los grupos rebeldes armados, está siendo presionada por el régimen.