Johannesburgo. Al menos 95 personas murieron ayer en el sur de Nigeria después de que un camión cisterna cargado de combustible se viera envuelto en un accidente de carretera y explotara, según informaron medios estatales. Tras el accidente ocurrido en la aldea de Okobe, en el estado de River, el camión comenzó a derramar fuel y los empobrecidos residentes acudieron a recogerlo usando ollas, latas y otros recipientes. Decenas de personas se encontraban en el lugar del siniestro cuando el combustible comenzó a arder y el vehículo explotó. "El combustible no comenzó a arder de inmediato, por lo que cada vez acudían más personas", dijo por teléfono Mark Mba, uno de los participantes en las labores de rescate. "Entonces se produjo un estruendo monstruoso y todo se convirtió en un infierno", añadió.

La gran mayoría de las víctimas fueron declaradas muertas en el lugar del accidente, en el que se vieron envueltos cuatro vehículos y otros tantos acabaron también quemados, según Kayode Olagunju, de la Comsión Federal de Seguridad Vial. Al menos 20 personas fueron llevadas al hospital, algunas de las cuales continuaban debatiéndose horas después entre la vida y la muerte.

En las regiones de Nigeria ricas en petróleo se producen una y otra vez incendios de grandes dimensiones, porque los lugareños tratan de hacerse de manera gratuita con combustible. A menudo, los accidentes se producen por la perforación ilegal de orificios en los oleoductos. En noviembre de 2009 murieron en el estado federado de Anambra más de 70 personas por la explosión de un camión cisterna.

Por otro lado, unos 140 cadáveres continúan sin enterrar en dos de la docena de poblados de mayoría cristiana del Estado nigeriano de Plateau (centro) que fueron atacados por individuos armados el pasado fin de semana.

En declaraciones publicadas el miércoles por el diario local Nation, uno de los diputados estatales de Plateau, Daniel Dem, afirmó que varios vecinos de las localidades nigerianas de Tse y Shong se vieron forzados a huir tras nuevos ataques que tuvieron lugar ayer y en los que perdieron la vida un número indeterminado de personas. "Puedo confirmar que individuos armados han atacado dos pueblos más, Tse y Shong, que han quedado en ruinas, sin una sola casa en pie. Los asaltantes llegaron y comenzaron a disparar indiscriminadamente", explicó Dem.