asunción. El presidente de Paraguay, Federico Franco, dijo ayer que su prioridad es evitar que haya "una guerra civil" por la situación derivada de la destitución de su antecesor, Fernando Lugo, y, después, las relaciones internacionales del país.

"Soy el responsable de garantizar que no va a haber una guerra civil", afirmó el gobernante a la prensa extranjera en un encuentro en el que resaltó que asumió el cargo para llenar el vacío ante la salida de Lugo y transmitió un mensaje al extranjero de que el país vive en la más absoluta normalidad.

"Los plazos electorales van a ser respetados, se harán las elecciones en forma como establecen las leyes, y si Dios y la Virgen lo permiten, y también con ayuda de ustedes, los medios de comunicación internacionales, vamos a entregar mi gobierno el 15 de agosto de 2013 y ojalá con un país más organizado", manifestó.

Franco pertenece al Partido Liberal, una fuerza tradicional que se alió con Lugo para que el antiguo obispo llegara al poder en 2008, rompiendo 61 años de hegemonía del Partido Colorado, histórico rival del primero. Su "desafío" ahora, reiteró, es demostrarle "a la comunidad internacional con hechos más que con palabras que este es un Gobierno absolutamente democrático, constitucional, donde prima el Estado de Derecho, donde hay libertad irrestricta".

En las calles "no hay policía, no hay militares" porque "todo es normal", enfatizó. Con respecto precisamente a las relaciones internacionales, su "vocación", dijo, es lograr avances "a través de cancillería" para tener "buenas relaciones" con todos dijo el presidente de Paraguay.