Ciudad de México. La candidata presidencial oficialista Josefina Vázquez Mota lanzó golpes para todos, pero ni ella ni nadie logró dar un zarpazo, según los analistas, en el segundo y último debate electoral de cara a las presidenciales del 1 de julio en México. El favorito, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se centró en las propuestas y evitó ir más allá en la confrontación, confiando en mantener los 14 puntos de ventaja que tiene actualmente en el promedio de encuestas.

El izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que va subiendo en las preferencias electorales, recurrió a un discurso moderado con la esperanza de conquistar a los indecisos, que representan un 20%. "No hubo un claro ganador, no hubo nocaut", consideró el comentarista Agustín Basave en una de las mesas de discusión presentadas por los medios mexicanos al concluir el debate en la ciudad de Guadalajara. Para la experta en opinión pública María de las Heras, faltaron efectos sorpresa que pudieran cambiar, a esta altura de la campaña, las tendencias. "Realmente no hay un cambio, las preferencias electorales no se mueven", consideró.

Algunos vieron en Peña Nieto un candidato sin gran lucimiento, que se refugió en la esquina del cuadrilátero. Le fue "peor que en el debate pasado", consideró el periodista Carlos Puig, que declaró vencedora a Vázquez Mota. López Obrador, que suele ser el más combativo, dio prioridad esta vez a presentar sus ideas e invitó a votar sin miedo a quienes todavía recuerdan las marchas y bloqueos que organizó en 2006, después de perder por 0,56 puntos las elecciones. El debate organizado por el Instituto Federal Electoral es el último previsto de manera oficial antes de los comicios, aunque el movimiento estudiantil YoSoy132, que surgió como un grupo anti Peña Nieto en las redes sociales, convocó a otro, a través de Youtube, para el día 19.