BRUSELAS. "Estamos replegando de forma gradual y responsable nuestras fuerzas para completar la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) el 31 de diciembre de 2014", confirman los jefes de Estado y de Gobierno aliados en la declaración adoptada esta madrugada en la cumbre de Chicago.
"Hacia mediados de 2013, cuando la transición comience en el quinto y último tramo de provincias, habremos alcanzado un importante hito en nuestra 'hoja de ruta' de Lisboa y las fuerzas de seguridad nacional afganas estarán en primera línea en la seguridad en todo el país", lo cual permitirá que las fuerzas internacionales se centren de manera "creciente" en tareas de entrenamiento, asesoramiento y asistencia a las fuerzas afganas y cada vez menos en operaciones de combate.
"A finales de 2014, cuando las autoridades afganas hayan asumido la responsabilidad plena de la seguridad, la misión de combate dirigida por la OTAN habrá terminado", confirman los líderes aliados.
NUEVA MISIÓN
En todo caso, los aliados seguirán aportando, a través del Acuerdo Duradero con Afganistán, "un apoyo fuerte y a largo plazo político y práctico" y ofrecen la puesta en marcha, a petición del Gobierno afgano, de "una nueva misión posterior a 2014 de naturaleza diferente" para "entrenar, asesorar y asistir a las fuerzas de seguridad nacional afganas, incluidas las fuerzas de operaciones especiales afganas", reza la declaración.
"Esta no será una misión de combate", aseguran los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, que ya han dado instrucciones para "comenzar inmediatamente el proceso de planificación militar" para la nueva misión. Ello permitirá identificar los cometidos de la nueva misión y el número de efectivos y medios necesarios para llevarla a cabo.
Los aliados prometen aportar "su parte" para garantizar la sostenibilidad económica a largo plazo de las fuerzas afganas junto a otros actores de la comunidad internacional, pero subrayan la importancia de ver "progresos tangibles" por parte del Gobierno de Kabul para cumplir sus compromisos de lograr una sociedad democrática fundada en el Estado de Derecho, la buena gobernanza y la lucha contra la corrupción y que garantice "los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de todos sus ciudadanos, incluida la igualdad entre hombres y mujeres y una participación activa de ambos en la sociedad afgana".
Por ello, también subrayan la importancia de que las próximas elecciones en el país centroasiático, a las que no concurrirá el presidente afgano, Hamid Karzai, respeten los principios de "transparencia, inclusividad y credibilidad".
FINANCIAR A LAS FUERZAS AFGANAS
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se ha mostrado "optimista" de que se lograrán cubrir los 4.100 millones de dólares anuales necesarios para financiar a las fuerzas afganas en el futuro, pero ha dejado claro que "no es una responsabilidad exclusiva de la OTAN y la ISAF, sino de toda la comunidad internacional". En todo caso, ha dejado claro que Chicago "no es una conferencia de donantes" y ha insistido en que de la cumbre no saldrán "cifras concretas".
Los jefes de Estado y de Gobierno discutirán este lunes con los otros 22 socios que no son miembros de la OTAN, pero contribuyen a la misión de ISAF, sobre el futuro de Afganistán junto con el presidente afgano, Hamid Karzai, su homólogo paquistaní, Asif Ali Zardari, y representantes de los países de Asia Central que deben facilitar el repliegue de las tropas internacionales, además de países clave como Rusia y Japón.