EL CAIRO. El grupo de contacto sobre Siria de la Liga Árabe pidió ayer que se prolongue la misión de sus observadores en ese país durante un mes, mientras que Arabia Saudí anunció la retirada de sus expertos por el incumplimiento de Damasco del plan árabe.

Según fuentes de la Liga Árabe, la postura del grupo de contacto responde a la petición hecha por la misión, que presentó ayer su informe sobre la situación en Siria y solicitó apoyo administrativo y logístico para llevar a cabo su trabajo.

En su informe, la misión árabe afirmó que el Gobierno de Damasco ha cooperado para que la delegación desempeñe su papel, pero que los observadores han constatado el estado de opresión e injusticia en el que se encuentran los habitantes de algunas ciudades.

Algunos opositores, sobre todo en Deraa (sur), Homs (centro), Hama (centro) e Idleb (norte), han informado a los observadores de que han tenido que alzarse en armas debido al sufrimiento del pueblo sirio.

Asimismo, según el documento, hay cifras contradictorias de los detenidos sirios y, por ello, la misión continúa sus contactos con el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, para que las aclare.

La propuesta del grupo de contacto de prologar la misión un mes debe ser ahora aprobada por los ministros de Exteriores de la Liga Árabe.

Por su parte, el jefe de la diplomacia saudí, Saud al Faisal, anunció que retirará a sus observadores de la misión puesto que Damasco no cumple con el plan árabe para frenar el derramamiento de sangre.

También pidió que se respete lo estipulado por el organismo panárabe de imponer sanciones para presionar al Gobierno sirio a cumplir con sus compromisos e instó a la comunidad internacional a que asuma su responsabiidad y utilice todo tipo de presión posible contra Damasco.

MÁS MUERTES En coincidencia con esta reunión, al menos 13 personas murieron ayer en diversos actos de violencia en distintas zonas de Siria, informó el grupo opositor Comités de Coordinación Local.

Según esta fuente, ocho personas perecieron en varias localidades cercanas a la capital, una más en la provincia central de Homs, otra en la vecina Hama y tres más en la región septentrional de Idleb, donde se repitieron los enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS).

La población más afectada fue Duma, donde la represión del régimen de Bachar al Asad segó la vida de al menos cinco civiles, uno de ellos al parecer debido la torturas sufridas durante su detención.

Esta localidad es desde hace una semana escenario de sangrientos enfrentamientos entre grupos opositores y fuerzas de Seguridad del régimen.

Desde la llegada de los observadores árabes a Siria, el pasado 22 de diciembre, al menos 976 civiles han muerto por la represión del régimen de Al Asad. De estos fallecidos, 54 son menores de edad y 28, mujeres.

La provincia de Homs es la más castigada, que cuenta hasta el momento con 340 víctimas.