manila. Los equipos de rescate filipinos trabajan a destajo para ayudar a miles de personas atrapadas por las inundaciones causadas por los tifones Nesat y Nalgae, que han provocado al menos 55 muertos en menos de una semana.
El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Benito Ramos, afirmó que 2,18 millones de personas se han visto afectadas por los tifones en la isla de Luzón, donde al menos hay 30 desaparecidos. Según el servicio meteorológico (Pagasa), Nalgae, que se ha ido debilitando a medida que avanzaba por el norte de la isla de Luzón, abandonó ayer el territorio filipino, después de arrasar el sábado varias provincias con vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y rachas de hasta 195 kilómetros por hora.
Ramos confirmó que Nalgae ha causado la muerte a un hombre de 35 años en la provincia de Benguet, al norte, mientras que medios locales informaron del fallecimiento de al menos otras dos personas de las que no se han facilitado datos oficiales. El número de fallecidos por el Nesat, que golpeó al norte del país el pasado martes, aumentó hasta 52.
La cifra oficial de víctimas aumenta paulatinamente a medida que los equipos de rescate acceden a las zonas afectadas. Al menos 25 de los fallecidos son menores que al igual que el resto de víctimas perecieron ahogados, golpeados por árboles derribados por el vendaval, sepultados por aludes de tierra o electrocutados.
Los equipos de rescate reanudaron ayer su actividad para buscar a los 30 desaparecidos y para evacuar a las miles de personas aisladas por las inundaciones que afectan a localidades en las provincias de Nueva Écija, Bulacan y Pampanga.