París. La periodista y escritora francesa Tristane Banon, que denunció en Francia al ex responsable del FMI Dominique Strauss-Kahn por intento de violación, mantuvo esta acusación ayer en una entrevista en televisión. Al día siguiente de que Strauss-Kahn admitiera haber cometido una "falta moral" el 14 de mayo con una camarera que le acusó de agresión sexual en Nueva York, Banon sostuvo que el político socialista estuvo a punto de violarla en un encuentro en 2003.
Banon, de 32 años, compareció después de que Strauss-Kahn asegurase, también durante una entrevista en la televisión francesa que alcanzó el lunes audiencias récord en Francia, que la periodista ha hecho pública una "versión imaginada" de lo que pasó entre ambos.
La periodista explicó que no presentó en su momento una denuncia contra el exdirector gerente del FMI aconsejada por su abogado, "porque me sentía completamente incapaz" de hacerlo, pero que después de conocerse la detención de DSK en Nueva York cambió de opinión.
Banon adelantó que, "en caso de que la justicia francesa archive el caso, presentaré una demanda civil", lo que implicaría automáticamente, según el derecho francés, la designación de un juez de instrucción para el caso. Los hechos, sobre los que la Justicia francesa ha abierto una investigación preliminar, se remontan a febrero 2003, cuando la periodista entrevistó al político francés para un libro que preparaba.
La historia fue difundida por los medios galos en 2007, pero Banon no se decidió a actuar hasta que estalló el escándalo del pasado 14 de mayo en Nueva York, cuando una empleada del hotel Sofitel acusó al entonces director gerente del FMI de agresión sexual.
La semana pasada el semanario galo L'Express aseguró que Strauss-Kahn habría admitido ante la policía haber intentado besar a Banon. Ese relato difiere del denunciado por Banon, que asegura que cuando intentó irse, Strauss-Kahn la agarró por el brazo, la volvió a acercar hacia él y en ese forcejeo los dos se cayeron al suelo y comenzaron a pelear.
Tras la aparición televisiva de Strauss-Kahn, la mayoría de reacciones a la entrevista eran críticas ayer. Desde "ridículo y triste" hasta "no convincente" eran algunas de las voces recogidas por la prensa. Incluso compañeros de partido criticaron a Strauss-Kahn. Y el diario de izquierda Libération calificó de desafortunada la aparición televisiva: "El malestar sobre el comportamiento de Dominique Strauss-Kahn sigue ahí". Con sus declaraciones sobre un posible complot creó, además, confusión sin brindar la más mínima prueba, agregó el rotativo.