nalut (túnez)

Miles de libios atravesaron ayer la frontera tunecina en sus diferentes pasos para dirigirse a Trípoli, donde esperan presenciar el final del régimen de Muamar el Gadafi tras 42 años en el poder y un cruento conflicto que se inició hace seis meses. Cientos de vehículos en un lamentable estado y cargados con aprovisionamientos y ciudadanos libios que habían huido de la represión del coronel viajaban ayer a través del desierto en una lenta caravana.

La carretera desde Nalut, cerca de la frontera con Túnez, es la vía principal de acceso de los desplazados libios en su retorno al país. Algunos carros de combate de fabricación soviética y que fueron utilizados por las tropas gadafistas aparecen ahora abandonados a ambos lados de la ruta y pintados con emblemas de la Revolución del 17 de Febrero, movimiento que está a punto de desalojar a Gadafi del poder.

Son los restos de la batalla que ahora se han convertido en testigos del paso de otros vehículos, camiones y ambulancias que se dirigen a Al Zauiya, el principal bastión rebelde durante la guerra en el frente oeste del país y a sólo cincuenta kilómetros de Trípoli. Las caravanas de vehículos viajan engalanadas con emblemas de la revolución y sus conductores tocan el claxon y gritan en señal de júbilo por lo que consideran el final del régimen. Los libios aguardan además expectantes la llegada de las autoridades provisionales del Consejo Nacional de Transición (CNT), ubicado actualmente en Bengasi, la segunda ciudad libia, aunque se prepara ya para trasladarse a Trípoli.

Algunos de los ciudadanos libios que participan en este retorno se muestran confiados en que el final de la guerra civil esté próximo, con lo que concluirá también la movilización militar en la que se vieron obligados a participar tras el estallido de la revolución el pasado febrero y el inicio de la represión por parte del régimen.