Serbia y Kosovo, inmersos en un incidente fronterizo cuyas dimensiones se están extendiendo, endurecieron ayer sus posiciones hasta el punto de que Belgrado volvió a exigir el control de su antigua provincia. El Parlamento serbio, reunido ayer en una sesión extraordinaria en Belgrado, reiteró su posición y su objetivo final: la vuelta de la que fuera provincia a territorio serbio. Muchos diputados tuvieron que regresar de sus vacaciones para atender a la sesión extraordinaria del Parlamento. En su boceto de resolución exigieron que Kosovo, que declaró unilateralmente su independencia hace tres años, vuelva a soberanía serbia y exigieron negociaciones entre Belgrado y Pristina, pero sin la mediación de la Unión Europea, sino de la ONU.
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