Más de 1.400 personas fueron detenidas durante una protesta en Kuala Lumpur, donde la Policía golpeó con porras y disparó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a más de 20.000 manifestantes. Miles de seguidores del colectivo Bersih 2.0 consiguieron concentrarse en el estadio Merdeka (libertad en malayo) para pedir una reforma electoral, en desafío a la prohibición. Las autoridades no han revelado el número de heridos a causa de la carga policial, que puso fin a la movilización tras cerca de siete horas. En las últimas semanas, unas 150 personas han sido detenidas, de las que al menos 30 permanecen retenidas.
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