El reo mexicano Humberto Leal fue ejecutado ayer en Texas tras el no del Tribunal Supremo de EEUU, por cinco votos frente a cuatro, a detener su muerte, decisión que el Gobierno de México condenó "enérgicamente". El silencio del gobernador de Texas, que pudo haber dado al reo 30 días, facilitó la ejecución que trató de impedir la Casa Blanca.