MOSCÚ. El accidente se produjo cinco minutos antes de la medianoche del lunes, hora y media después de que el avión hubiera despegado con 52 personas a bordo del aeropuerto Domodédovo, en Moscú, con destino precisamente a Petrozavodsk, capital de la región de Carelia, en el noroeste de Rusia.

"De acuerdo a los últimos datos, 44 de las 52 personas que había a bordo murieron y ocho resultaron heridos, siete de ellos muy graves ", confirmó a Efe Irina Adrianova, portavoz del Ministrerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, citada por Interfax.

Los ocho heridos se encuentran hospitalizados, precisó.

Por muy poco el avión no se estrelló contra las casas del poblado de Besovets.

Los cuerpos de las víctimas yacen entre los trozos del avión esparcidos entre las casas, dijo a Interfax un oficial que investiga la catástrofe.

Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano sueco.

El accidente pudo deberse a las condiciones meteorológicas desfavorables, según Alekséi Kuzmitski, director del aeropuerto de Petrozavodsk, que sigue cubierto por una densa niebla.

"El avión cayó en la última etapa de aterrizaje, a unos 700 metros del comienzo de la pista, y se destrozó", precisó una fuente de la agencia aeronáutica rusa "Rosaviatsia".

Incialmente se supuso que los pilotos intentaron aterrizar en la carretera.

La compañía Rusair, a la que pertenecía el aparato siniestrado, se especializa en vuelos chárter de lujo dentro y fuera de Rusia.

"En particular, la compañía se dedica a atender vuelos para pasajeros de alto nivel en aviones decorados con materiales de lujo", precisaron fuentes de la agencia aeronáutica.